Sólo por una noche uno es capaz de dar un paseo por la Rambla y cruzarse con una Audrey Hepburn con su cigarro en mano y subida en unos enormes tacones como si caminara por la Quinta Avenida en "Desayuno con Diamantes". Es la magia del Carnaval. Un ir y venir de gente escondida tras sus máscaras, el maquillaje y la peluca. El Carnaval es momento de evasión y fantasía, aunque este año el bolsillo limitase mucho el gasto en indumentaria. Aún así la originalidad no se vio afectada y la Rambla se llenó el sábado de las estampas más divertidas.

Abarrotada de gente y haciendo verdaderos esfuerzos para poder dar un paso, los carnavaleros se metían en su papel con interpretaciones dignas de un Oscar. Y es que la noche de Carnaval es además el momento de la crítica y el sarcasmo. Unos más angelicales y otros no tan sutiles, como el grupo de amigos que adelantó la Semana Santa con una procesión de nazarenos. A hombros portaban un muñeco crucificado con la cara de Rajoy y una foto de Iñaki Urdangarin. En el estandarte se podía leer la frase: "Ni Dios puede con la crisis". Este grupo no fue el único que aprovechó la ocasión para hacer burla a políticos. Los famosos sobres de Bárcenas también ocuparon las calles alicantinas. "Yo tampoco tengo dinero negro", es una de las frases que un grupo de jóvenes llevaba escritas en un gran sobre. Las series de televisión también tuvieron su hueco. Al estilo "The Walking Dead" el centro de Alicante se llenó de zombies con maquillajes muy trabajados y con todos los detalles para asustar a cualquiera.

Un año más lo tradicional se impuso y los personajes Disney, los disfraces de animales o los típicos de monja fueron también protagonistas. En muchas ocasiones reciclados de otros años. Por eso, la mayoría echó mano de la imaginación. "Es lo bueno de contar con presupuesto limitado. No te queda otra que buscar telas, adornos por casa, darle a la cabeza y dedicar unos días a hacer manualidades", aseguró Fátima Izquierdo. Con su grupo de amigas iba disfrazada de pirata. Gorro, pluma, botas, camisa y un gran cinturón, todo por 0 euros. Suficiente para disfrutar del Sábado Ramblero.

Los drag queen más atrevidos

En la noche de carnaval todo vale y casi nada está mal visto. Los disfraces de monja acortan sus faldas, los conejitos de Playboy sacan sus encantos y muchos cumplen su fantasía subidos en grandes plataformas. "Me encantan las pelucas, ponerme pestañas postizas y enseñar las piernas. Vengo de Benidorm y todos los años me disfrazo de mujer. Cada vez con un vestido diferente, pero siempre original", contaba Rafael Marhuenda. Como Rafael, fueron muchos los atrevidos que participaron en el Concurso de Drag Queen.

La euforia del sábado dio paso ayer al domingo de resaca. Fuentes municipales aseguraron que la noche del sábado transcurrió sin incidentes importantes salvo alguna pelea sin grandes repercusiones y que la mayoría de las atenciones sanitarias se llevaron a cabo por comas etílicos.

Mañana sigue la fiesta con la Procesión y manteo del Pelele en la plaza Santa Faz y el miércoles el Entierro de la sardina.