La Conselleria de Infraestructuras se ha gastado en los dos últimos años un total de 600.000 euros en el mantenimiento de la Línea 2 del tranvía entre Alicante y San Vicente, que lleva acabada y probada desde marzo de 2011 pero paralizada. A esta cantidad se unirán otros 25.000 euros más al mes durante los dos próximos años, según establece la licitación convocada ayer para el mantenimiento de la señalización del tramo Goteta-San Vicente, si antes no encuentra el gestor privado, con lo que la factura podría superar los 1,2 millones de euros.

La demora que acumula la puesta en marcha de la línea «fantasma» del tranvía obligará a la conselleria a desembolsar dicha cantidad en concepto de mantenimiento de los apeaderos, vías y servicios eléctricos, antes de que la línea comience a ser gestionada por un operador privado. La Generalitat prevé adjudicar el servicio este mismo año y ahorrar parte del gasto previsto.

Ayer, justo un día después de que este periódico revelara que son ya 14 los tranvías que esperan destino en las cocheras de El Campello, tras una inversión de 45 millones de euros, la Generalitat Valenciana licitó un nuevo concurso público para el mantenimiento de los sistemas de comunicaciones de cuatro tramos del TRAM en Alicante por 1.348.000 euros para los próximos 24 meses. En concreto, Luceros-Dénia, Puerta del Mar-Sangueta, Lucentum-Holanda y Goteta-San Vicente, tramo, este último, que se corresponde con la Línea 2 del TRAM. Cantidad a la que hay que añadir otro 1.500.000 de euros para otro tipo de mantenimiento de las líneas de Ferrocarriles de la Generalitat (FGV) en Alicante.

La Conselleria de Infraestructuras emplea todos los meses 25.000 euros en conservar operativa la linea «fantasma» del tranvía entre Alicante, la Universidad y San Vicente. Un coste que permite mantener a punto las instalaciones, pero que no ha impedido que se hayan producido algunos actos vandálicos y el robo de cables, por lo que desde el comité de empresa se teme que antes de que los tranvías puedan comenzar a funcionar haya que realizar un chequeo general que costará dinero.

En cuanto a los tranvías estacionados e inmovilizados en las cocheras de El Campello, en principio el paso del tiempo no les afecta, pero la acción del sol, el viento y la lluvia también hacen lo suyo, aunque no necesitan un mantenimiento extra.

Los tranvías se han convertido en testigos mudos de la inoperancia de la conselleria, no sólo para inaugurar la Línea 2, que el mes que viene hará dos años terminada y paralizada, sino para el desarrollo de una red tranviaria afectada de lleno por el recorte presupuestario.

La semana pasada llegó la decimocuarta unidad a la cocheras, y ni el propio comité de empresa conoce ya cuál puede ser el destino de tanto tranvía e, incluso, se especula con que alguno podría haber llegado desde Valencia donde también sobran.

Desde el comité se recordó ayer, por otro lado, la oferta pública lanzada por los trabajadores para poner en marcha de forma pública la gestión de la línea del tranvía a la Universidad de Alicante.

Los trabajadores calculan que en dos meses estarían en disposición de arrancar, aunque admitieron que ahora mismo necesitarían aumentar la plantilla de maquinistas.