Una decena de representantes de los locales de hostelería y ocio trasladaron ayer a la concejala de Urbanismo, Marta García Romeu, su oposición a que la calle Castaños y su entorno puedan declararse zona saturada de ruidos, como piden los vecinos y el Ayuntamiento tiene intención de llevar a cabo. El presidente de la asociación de locales de ocio de Alicante, Lalo Díez, explicó que los empresarios trasladaron su "preocupación" ante las medidas que podría llevar aparejada esa declaración -como una reducción de horarios o la suspensión de nuevas licencias en la zona- y aseveró que "los locales hemos adoptado medidas, como mayor limpieza y doble puerta, pero no somos responsables ni podemos controlar el botellón en las calles".

Díez sostiene que "no nos oponemos a mejorar, como ya hemos hecho, pero si reducen los horarios de los locales abocarán a muchos al cierre". En esa línea, sostiene que "el ocio es un pilar básico de la economía de la ciudad y no pueden destrozarlo". El representante de los locales de ocio señaló que la edil de Urbanismo "nos ha trasladado que su intención no es reducir horarios", si bien esta es una de las posibles medidas que se pueden adoptar cuando una zona se declara saturada de ruido.

Por su parte, García Romeu aseveró, tras la reunión mantenida con el colectivo, que "les mantendremos informados sobre la declaración de Zona Saturada de Ruido del centro tradicional" y añadió que "llegado el momento, podrían formar parte de las reuniones de la Mesa del Ruido", que se constituirá en los próximos días para analizar la problemática en la ciudad y, en principio, en el centro.