El Índice de Transparencia de los Ayuntamientos (ITA), hecho público ayer, desvela que en 2012 los ayuntamientos de Benidorm, Alicante y Orihuela se situaron a la cola de España en políticas de "gobierno abierto". El informe se viene realizando desde 2008 por Transparencia Internacional España, una organización no gubernamental de alto prestigio en todo el mundo dedicada a combatir la corrupción. En el estudio se analiza la situación de los 110 consistorios más grandes de España y su nivel de transparencia en la gestión. Entre otras cosas, la investigación señala que la media del nivel de transparencia de los municipios españoles en 2012 fue de un 70%, cuatro puntos por encima de la que se registró en los consistorios locales de la Comunidad.

De esa lista, el Ayuntamiento de Benidorm, bajo mando socialista, es el que peor parado sale de toda la provincia. Concretamente, obtiene 33,8 puntos sobre 100. Por su parte el consistorio de Alicante, controlado por el PP desde 1995, recibe también una calificación por debajo de la media: un 52,5%. A la localidad de Orihuela -con primer edil "verde" desde 2011- se le ha asignado un porcentaje del 56,3%. Los tres municipios están por debajo del puesto 80 en un listado de 110. También los consistorios de Elche y Torrevieja aparecen en este informe aunque ambos están aprobados con un notable de media. Curiosamente, el consistorio salinero, con 82,5 puntos sobre 100, es el mejor valorado en este ámbito a pesar de los escándalos por corrupción que ha registrado durante los últimos años. Elche se sitúa como el segundo municipio de la provincia con más nivel de transparencia, con un 77,5% . Ningún ayuntamiento de la provincia de Alicante obtiene el deseado 100% a diferencia de algunos municipios valencianos, como es el caso de Torrent y Gandía.

El estudio se basa en seis ejes de análisis. La información sobre la corporación municipal; las relaciones con los ciudadanos y la sociedad; la transparencia económico-financiera; la claridad en las contrataciones de servicios; la transparencia en materias de Urbanismo y obras públicas; y la evaluación de los indicadores de la nueva Ley de Transparencia (PL). Los ayuntamientos reciben una puntuación en cada uno de los ámbitos expuestos y a partir de ellos se realiza el informe definitivo. Por ejemplo, el consistorio de Alicante obtiene su mejor nota, un 100%, en el contacto con la ciudadanía mientras que la peor valoración la registra en la nitidez de sus cuentas, un ámbito en el que obtiene un estrepitoso suspenso con 7,1 puntos sobre 100.

La Comunidad, con 10 ayuntamientos analizados -cinco de Alicante, cuatro de Valencia y uno de Castellón-, obtiene una media de 66 puntos sobre 100, un dato que está por debajo de la media nacional que es de 70,9 puntos. De hecho, el Ayuntamiento de Valencia, liderado por Rita Barberá, es el peor valorado de la autonomía con 30 puntos y el puesto 101.