Tras 75 días de acampada a las puertas de la sucursal de Bankia de la Avenida de la Estación, los miembros de Stop Desahucios de Alicante levantaron ayer el campamento al conseguir de la entidad bancaria un compromiso de solución al caso de Hassan y Bouchra, una pareja con tres hijas menores cuyo desahucio de su piso en Carolinas se ha logrado parar ya en dos ocasiones gracias a la presión de la plataforma. El compromiso de Bankia pasa por condonar la deuda pendiente a esta familia, siempre y cuando no cambie su situación económica, y facilitarle un piso de alquiler social de 120 euros por dos habitaciones, o de 150 euros por tres. Al tiempo, mientras llega este piso, la pareja y sus tres hijas, de 6, 8 y 17 años, podrán seguir viviendo en su casa del barrio de Carolinas. Para Stop Desahucios, se trata de un acuerdo satisfactorio que abre una puerta a nuevos casos como el de otra familia también desahuciada por Bankia cuya situación se seguirá negociando.

Tal como señaló ayer Jesús Naranjos, uno de los portavoces de Stop Desahucios, "seguiremos negociando con el banco pero para ello nos habían pedido que levantáramos la acampada y, dado el acuerdo al que se ha llegado con Hassan y Bouchra, hemos accedido, aunque seguiremos presionando para evitar los desahucios en éste y en otros bancos".

En el desmantelamiento de la acampada se dieron cita ayer por la mañana medio centenar de personas entre las que se encontraba la familia afectada que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra los desalojos de las viviendas por parte de los bancos. Bouchra se mostraba feliz ante el desenlace y no cesaba ayer de agradecer la ayuda de la plataforma abrazando a unos y a otros después del infierno que ha pasado desde que en 2007 Hassan, el cabeza de familia, perdió su trabajo de albañil y empezaron los problemas con el banco.

Una pesadilla

La pareja, originaria de Marruecos, compró en 2005 su piso en Carolinas por 119.000 euros por la que dio una entrada de 4.000 euros y firmó una hipoteca de 700 al mes pero, tras quedarse en paro y agotar el desempleo en 2009, la familia se encontró con que no podía hacer frente a los pagos y se iniciaron los embargos y el desahucio. "Yo tengo claro que si no fuera por Stop Desahucios estaría en la calle desde octubre del año pasado", indicó ayer Bouchra a quien le gustaría seguir viviendo en Carolinas "porque es allí donde nos hemos hecho amigos, donde las niñas van al colegio y me gustaría poder seguir en mi piso o, si nos van a facilitar otro de alquiler, nos gustaría que fuera por esa zona, pero eso ya se vera", indicó.

Por su parte, los miembros de la plataforma recogieron ayer sus mantas y colchones, sus cajas de comida e incluso una pata de jamón a medias tras haberse ido relevando en la puerta de la sucursal de forma ininterrumpida desde hace dos meses y medio como medida de presión. También retiraron las numerosas pancartas contra los desahucios y contra la política de vivienda de los bancos que empapelaban las paredes y las palmeras de la zona. "Estamos contentos porque vemos que la presión sirve para algo pero esto es sólo un caso y seguiremos trabajando para que no haya ni un desahucio más", señaló uno de los miembros de la plataforma. De hecho, hoy mismo los miembros de la plataforma tenían previsto paralizar un desahucio en Orihuela que finalmente no se realizará por orden judicial.