Evitar falsificaciones y detectar posibles casos de intrusismo laboral. Desde ayer el Ministerio de Sanidad controlará de manera más exhaustiva las recetas de los médicos que trabajan "en la privada", cerca de 3.000 en la provincia de Alicante, con la entrada en vigor del nuevo modelo de receta médica privada. Este nuevo modelo de prescripción también será de uso obligatorio para otros profesionales de la sanidad, como es el caso de los odontólogos o los podólogos.

Este documento pone fin a las antiguas recetas de los sanitarios que trabajan por cuenta ajena, que por lo general se hacían en un folio en blanco en el que sólo aparecía en el encabezamiento el nombre del facultativo y su número de colegiación, además de su firma y un sello. Un documento que era fácil de falsificar. El nuevo modelo de receta que ayer entró en vigor será emitido por los distintos colegios profesionales, como el de Médicos o el de Odontólogos, a los que esté adscrito el profesional sanitario. Llevará incorporado un código de barras de manera que su falsificación será imposible, "cada receta será única", según explican fuentes del Colegio de Médicos de Alicante.

No pueden fotocopiarse ni duplicarse ni imprimirse dos veces porque las farmacias no dispensarán dos recetas con el mismo código de barras aunque los fármacos sean distintos. De esta forma se evita la falsificación de recetas para evitar, por ejemplo, la obtención irregular de psicotrópicos o anabolizantes, dos de los fármacos que tradicionalmente más se busca conseguir de manera ilícita.

El hecho de que sean los propios colegios oficiales los que emitan estas recetas es además una forma de evitar posibles casos de intrusismo profesional, ya que desde un organismo oficial "se garantiza la formación del médico de cara al paciente y le reconoce la competencia en determinadas prescripciones y frente a posibles reclamaciones", señalan desde el Colegio de Médicos. Es decir, es más fácil detectar si un médico ha recetado un fármaco que no es de su especialidad.

Las recetas que emitan los médicos que trabajan en la privada tendrán, como en el caso de la pública, una validez de 10 días a partir de la fecha de expedición. En el caso de recetas para vacunas individualizadas antialérgicas o bacterianas, el plazo máximo de validez es de 90 días.

Los centros sanitarios privados, como clínicas o mutuas de trabajo, también deberán utilizar este nuevo modelo de receta.

Para mantener las urgencias

Por otro lado, el PSPV-PSOE de Alicante inició ayer una campaña de recogida de firmas y movilización para conseguir paralizar las "intenciones" de cierre de puntos de atención continuada -urgencias nocturnas no hospitalarias- por parte del conseller de Sanidad, Manuel Llombart.

Ante esto los socialistas pretender ejercer "una fuerte presión" al Gobierno valenciano para que estas pretensiones no se hagan realidad. "Por esta razón, vamos a comenzar una campaña de recogida de firmas en todos y cada uno de los pueblos y ciudades de nuestra provincia, además de diversas iniciativas através de internet y las redes sociales" declaró el secretario general provincial, David Cerdán.