La salida de jóvenes titulados al extranjero está conociendo magnitudes nunca vistas en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de españoles que abandonó el país en los primeros nueve meses de 2012 creció un 21 por ciento, respecto al año anterior. En la provincia, se estima que más de 1.500 alicantinos se marcharon en busca de las oportunidades laborales que le niega su país. Esta sangría de pérdida de capital humano no deja indiferente a expertos de sectores relacionados, por unas u otras causas, con la actual crisis económica.

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante Josep Antoni Ybarra lo tiene claro. "Parece que nadie mira a los ayuntamientos, pero tienen mucha responsabilidad en la salida de jóvenes españoles al extranjero. Las administraciones siempre han desarrollado planes de empleo juveniles vinculados a actividades de futuro. Y ahora, en el peor momento, todas se desentienden", asegura Ybarra, a quien le sorprende la "nula iniciativa" de las corporaciones locales.

Experto en políticas de empleo, Ybarra exige un "paso adelante" de la banca con los jóvenes y se muestra categórico en relación al futuro de la provincia: "No existe esperanza para los jóvenes. Si esta situación continúa así, lo mejor será cerrar esta sociedad. Si los jóvenes no tiene futuro, la sociedad tampoco. Es el momento de trazar puentes entre sectores para crecer. En nuestra provincia, por ejemplo, debería ser mucho más fuerte la relación entre el sector del juguete y Medicina o Magisterio".

También se centra en los sectores económicos el presidente del Colegio de Arquitectos de Alicante, Antonio Maciá, cabeza visible de una de las profesiones más tocadas por la crisis. "Hay que ser, en la medida de lo posible, positivo. Esta crisis económica, que tantas puertas ha cerrado en la provincia a los jóvenes arquitectos, está obligando a que éstos se reinventen. Ahora vemos cómo tienen que orientar su desarrollo profesional a otros campos, fuera de la típica construcción, yéndose hacia el arte, el diseño o la gestión".

El futuro para ellos, según Maciá, también está en el extranjero, en países como Chile, Catar, Marruecos, Alemania o Vietnam, entre otros. "Aunque hay que tener en cuenta que hace unos años los chavales se marchaban para conocer otras arquitecturas y ahora lo hacen obligados por las circunstancias. En Europa se valora al profesional español", asegura Maciá, quien recomienda a sus alumnos de la UA ser "proactivos y no esperar a que llegue el trabajo, sino proponerlo".

A los que optan por salir al extranjero, la psicóloga Concha Sánchez-Bretaño pide que no se creen falsas expectativas y que soliciten ayuda si la necesitan. "Cuando te vas lo haces muy ilusionado, pero luego se rebajan las expectativas al conocer la realidad. Es cierto que el desarraigo no es comparable al que sufrían los españoles décadas atrás, porque las nuevas tecnologías ayudan mucho, pero no se puede olvidar".

Entre los países europeos elegidos por los jóvenes españoles para emigrar, destaca Francia -junto a Reino Unido y Alemania-, donde se necesitan ingenieros, enfermeros y profesionales para la hostelería. Desde la Embajada española en París, el consejero de Empleo, Ignacio Niño, asegura que las principales consultas que realizan los españoles giran en torno al alojamiento y al funcionamiento del sistema de seguridad social.