Centenares de alumnos y sus profesores esperan en la provincia la construcción de un nuevo colegio o su reforma tras detectarse deficiencias en sus estructuras. Los técnicos aseguran que los escolares no sufren peligro, pero tras el susto vivido el viernes en el Hispanidad de Santa Pola INFORMACIÓN ha realizado un recorrido por los "puntos calientes" de las infraestructuras educativas alicantinas.

ALICANTE

Colegios tipo "República"

En el barrio de Carolinas Altas y muy cercano al colegio Manjón Cervantes que hubo que desalojar de urgencia hace cuatro años y todavía no se ha reformado, se encuentra un pequeño colegio público de una sola aula por curso, el Nou d' Octubre, con más de 40 años y necesitado, según los sindicatos, de una revisión estructural profunda. Francisco García, delegado de CC OO de l'Alacantí-Las Marinas, abunda que se trata de colegios denominados del tipo "República", por su construcción. En la misma línea cita el Instituto Jorge Juan, pendiente también desde hace años de una reforma integral que tampoco ha tenido lugar, pese a haberse llegado a publicar en el DOCV. El Conservatorio de Música Oscar Esplá, de la calle San Fernando, "no es que tenga peligro de ruina, pero precisa de una inspección urgente porque no reúne las condiciones necesarias de seguridad", añade García, al carecer del desarrollo técnico de las "medidas de evacuación ante posibles emergencias". Tiene 50 años.

ELCHE

Inspecciones periódicas

El Ayuntamiento de Elche lleva a cabo de manera continua y periódica revisiones para comprobar el estado de las infraestructuras educativas, según indicó ayer preguntas de este diario, el edil de Educación, Daniel McEvoy. Por este motivo no se va a poner en práctica ningún plan y se estará a expensas de lo que señale la Conselleria de Educación. Elche tiene un buen número de colegios cuya antigüedad oscila entre los 25 y los 30 años.

VEGA BAJA

A la espera de reformas

En la Vega Baja, el colegio Príncipe de España, de Rojales; y el IES Santiago Grisolía, de Callosa de Segura, son dos de los centros que más tiempo llevan reclamando reformas urgentes y la construcción de centros nuevos. El colegio público de Rojales, con casi medio siglo de existencia, ha iniciado este curso medidas de presión para lograr que la conselleria se comprometa a levantar otro nuevo. La presencia de fibrocemento, la caída de cascotes, las grietas en paredes o los enchufes en mal estado han llevado a la AMPA a manifestarse, incluso, en Valencia. Hasta ahora sin resultados. En Callosa, el IES Santiago Grisolía se apoya sobre vigas de madera a las que se puede acceder y tras más de diez años de reivindicaciones y solicitudes de mejora, todo sigue igual, aunque ya en 2011 se aseguraba que todos los trámites para la construcción de uno nuevo estaban acabados. La zona del gimnasio se encuentra apuntalada y presenta viguetas rotas, algo que conoce de sobra Educación.

MARINA BAIXA

Preocupación en Benidorm

El principal foco de preocupaciones ante el deterioro de infraestructuras educativas se centra en el Colegio Vasco Núñez de Balboa de Benidorm, que lleva ya varios años a la espera de que se construya un nuevo edificio ya que el actual está plagado de grietas. Varias hendiduras lo atraviesan como consecuencia de los temblores de la vía del tren junto a la que se asienta una de sus paredes, por lo que en 2009, se acordó su derribo ante la imposibilidad de reformarlo. Pese a que a comienzos del curso pasado la Conselleria reactivó el proyecto de demolición y de construcción del nuevo edificio por la urgencia de la situación, la comunidad escolar sigue esperando la reforma de las instalaciones, de 38 años. El inmueble es supervisado de forma periódica por los técnicos de Educación, que aseguran que no hay ningún riesgo para los escolares, ya que las zonas más afectadas, se han cerrado. No obstante, los padres, la dirección del centro y el Ayuntamiento han expresado su preocupación y exigido medidas al Consell. Hace ya unos siete años que aparecieron estas hendiduras, una de las cuales atraviesa longitudinalmente las instalaciones del colegio, hay grietas también en las pistas deportivas y goteras en el gimnasio. El Colegio Leonor Canalejas de Benidorm, primero construido en la ciudad hace 52 años, lleva también años esperando reformas sin que lleguen a materializarse. En La Vila, el IES Malladeta también presenta alguna grieta en su fachada y los defectos de construcción hacen que se inunde el patio cada vez que llueve. Sólo este último año se han venido abajo dos vallas de protección en el colegio Ausiàs March de Benidorm y en el recién estrenado colegio San Roque de Polop.

MARINA ALTA

Más deficiencias

La Marina Alta tampoco se queda atrás en deficiencias educativas. En la Navidad de 2009, la conselleria clausuró la vieja escuela de la Xara. Tenía problemas estructurales. Trasladó a los alumnos a un colegio provisional de barracones y allí siguen. Ni siquiera han empezado las obras del nuevo centro. Mientras, Beniarbeig también tiene un colegio muy antiguo que se ha quedado pequeño. Los niños también estudian en barracones y se han habilitado aulas en las antiguas casas de los maestros. En Xàbia, el colegio público Vicente Tena tuvo que apuntalar hace más de un año una de las salas de profesores. El curso comenzó con esa dependencia repleta de puntales y sin que la conselleria ponga fecha a la rehabilitación del centro. En el colegio Graüll, también en Xàbia, la comunidad educativa espera desde hace años el proyecto de ampliación y adecuación. Este centro es de los años 50 del pasado siglo. También cuenta con barracones. Los alumnos tienen que hacer gimnasia a la intemperie y el comedor es un aula.

L'ALCOIÀ

Barracones "eternos"

Las infraestructuras educativas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla también presentan problemas. En Muro, los alumnos del colegio Bracal llevan cinco años en barracones, desde que se detectara aluminosis en el edificio del colegio. Las aulas prefabricadas tampoco reúnen las condiciones adecuadas y cada vez que llueve se registran múltiples goteras, lo que ha obligado a suspender las clases en más de una ocasión. La Conselleria no ofrece plazos para la construcción del nuevo colegio, lo que ha llevado a la comunidad escolar a movilizarse. Algo parecido ocurre en el colegio Rico Sapena de Castalla, con uno de sus edificios desalojados también por problemas estructurales desde hace tres años. Los alumnos están igualmente en barracones, sin que de momento se haya decidido qué hacer con el inmueble dañado. En Alcoy la fachada del colegio Romeral registró un desprendimiento en verano. El AMPA del centro emitió ayer un comunicado tras lo ocurrido en Santa Pola solicitando su reparación para evitar más daños.

VINALOPÓ

Sin problemas

Los centros adolecen de problemas estructurales conocidos. En Villena las obras de mantenimiento están al día y en Elda el colegio de educación especial Miguel de Cervantes, que era el único que presentaba grietas, fue trasladado al moderno edificio de la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales.