El fuego cruzado entre Iñaki Urdangarin y su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, es ya de grueso calibre. En su comparecencia ante el juez instructor del caso Palma Arena, José Castro, el yerno del Rey atribuyó a Torres toda la responsabilidad en la gestión diaria y toma de decisiones en las sociedades que compartían, entre ellas Aizoon o Nóos. Torres se está vengando con una estrategia cuyo último capítulo es la remisión al juzgado de varios correos electrónicos que demuestran la asistencia de la noble alemana Corinna Sayn-Wittgenstein al Valencia Summit de 2004, la primera de las tres ediciones del foro sobre eventos deportivos organizado por Urdangarin. Corinna Sayn acompañó a Juan Carlos I en el safari de Botsuana, cacería en la que el rey se fracturó la cadera.

En esta nueva tanda de "emails" enviada por Torres al juez Castro aparecen hasta cinco conversaciones, en inglés, entre el hombre de confianza de Urdangarin y directivo de Aizoon, Mario Sorribas, y un empleado de Nóos y entre este último y la propia Corinna Sayn. La exprincesa alemana, a la que prensa extranjera sitúa como acompañante habitual del monarca en viajes, se mostró muy "agradecida" por la "fantástica organización del Forum" y por "toda la asistencia que me habéis prestado". "Fue maravilloso; buen trabajo", es la respuesta de la mujer al trabajador de Nóos. Tan encantada quedó que le envió otro correo para agradecerle su labor "muy mucho", en un nuevo correo electrónico, que no ha sido aportado. "Ese mensaje me alegró el día", le comenta Corinna Sayn, que desea con cortesía "lo mejor" al empleado de Urdangarin.

El protagonista de estas conversaciones que prueban la asistencia de Corinna Sayn al Summit es un joven valenciano, que entonces tenía 22 años y estaba "de becario de prácticas en la organización logística" de esas jornadas, según explicó a este diario. "Yo trasladaba a invitados desde el aeropuerto y estaba en la coordinación de las azafatas", comentó, para asegurar que no sabe si Corinna Sayn intervino como ponente en aquella primera edición del Fórum Summit. "No sabía ni quién era, vino de Inglaterra", comentó. El becario agradece a tan ilustre visita "su asistencia" al foro sobre eventos y deporte, celebrado el 28 de octubre de 2004. Tan contentos quedaron que este encargado de acompañar a la invitada le trasladó "lo mucho" que les gustaría que repitiera experiencia en 2005. Se despide con muestras de cariño.

En ese cruce de correos, el citado Mario Sorribas felicita al empleado por su buen trabajo. "Éste es el camino para llegar a cualquier parte del mundo", llega a comentarle. Aquel congreso relámpago, por el que se pagaron 1,2 millones de euros (1,04 en concepto de canon) reunió en Valencia a la plana mayor de Nóos y del escándalo que empezó investigándose en Mallorca y dio el salto judicial a Valencia. Asistieron, entre otros, Miguel Tejeiro o el exdirector balear de deportes balear José Luis "Pepote" Ballester, además de los dos socios de Nóos, todos imputados. En el primer Summit acudió también como invitado Jaime de Marichalar, exmarido de la Infanta Elena. En la fotografía que acompaña a esta información aparece el exduque de Lugo -el tercero, por la izquierda en primera fila- en el posado oficial del evento.

El juez Castro investiga los pagos del Consell y del Ayuntamiento de Valencia, controlada por el ayuntamiento capitalino, al Instituto Nóos. Fueron al menos 4.521.000 euros, el doble de lo que Urdangarin y Torres se llevaron en Palma. Solo los gastos de organización de las tres ediciones celebradas (2004, 2005 y 2006) superaron el millón de euros.

El duque de Palma creó otra fundación para camuflar sus negocios

Un correo electrónico entre Iñaki Urdangarin y su hombre de confianza Mario Sorribas, fechado en noviembre del 2007 y desvelado ayer por Diego Torres, revela cómo el duque de Palma ocultó su papel impulsor en la Fundación Deporte y Cultura (FDCIS), sucesora del Instituto Nóos. Urdangarin usó la fundación para seguir haciendo negocios que su suegro, el rey Juan Carlos, le había prohibido en 2006. Urdangarín constituyó esa entidad supuestamente sin ánimo de lucro con deportistas de élite como gancho para captar nuevos clientes y camuflar los negocios del Instituto Nóos. Mario Sorribas se ha definido como "un simple obrero", que no tiene "por qué pagar las culpas de sus jefes". El correo citado revela la creación de una entidad que pudo servir para desviar dinero a paraísos fiscales. felipe armendáriz palma