El I Congreso Islámico Internacional celebrado estos días en Valencia concluyó ayer con un llamamiento a las mezquitas, los imames y los musulmanes en general a «participar en la lucha antiterrorista», ya que lo contrario está tipificado en el derecho islámico como «un delito de máxima gravedad». Los congresistas, reunidos por el Consejo Islámico Valenciano, también quisieron destacar el alto nivel de integración del colectivo en la sociedad española y recordar la compatibilidad de la fidelidad a la religión con la lealtad al Estado.

En realidad, la asimilación del Islam en las democracias modernas y la presencia perniciosa del terrorismo islamista han sido los ejes de este congreso, agitado coyunturalmente por los atentados de Marruecos y Argelia a manos de Al Qaeda-Magreb.

Las conclusiones, por tanto, no podían pasar por alto un pronunciamiento en este sentido. En las mismas se asegura que «en un estado de derecho y una sociedad madura como la española la pluralidad religiosa no debe inquietar a nadie, máxime cuando sabemos que esta pluralidad religiosa es una voluntad divina». «Las grandes religiones - añaden - están llamadas a vivir en simbiosis y poner su potencial al servicio del ser humano, independientemente de su credo, raza, sexo o etnia».