¿Cuál es el mejor regalo que se puede hacer a un niño durante la Navidad?

Hay que tener varias cuestiones presentes, como la edad. Lo importante es jugar y eso es vivir y comenzar a poner al niño en contacto con muchos valores. Entre los dos y los cinco años, lo que quieren es jugar con otros niños. En las primeras etapas de la vida, sobre todo en el primer año, hay que tener en cuenta que usan sus manos, su boca y que los juguetes no pueden tener ángulos puntiagudos ni materiales tóxicos y deben ser fáciles de limpiar. En esas edades también hay que tener en cuenta el tamaño para evitar que se lo pueda meter por algún orificio. No obstante, el mejor regalo que se les puede hacer es tiempo para compartir.

¿Qué consejo da a los padres para compartir el tiempo con sus hijos?

A veces, simplemente yendo de viaje en el coche con ellos se puede aprovechar para compartir, por ejemplo, jugando a las adivinanzas. Para los niños poner el árbol o el belén también es un juego, como puede ser el poner algo de comer a los Reyes Magos.

¿También llevarlos a la feria, al cine o al teatro?

Claro. Eso también es un regalo. Ir todos juntos supone compartir. Comprar un regalo es lo más fácil, pero los padres deben establecer vínculos.

En estos tiempos de crisis, ¿qué alternativa tienen las familias que no puedan permitise comprar las entradas para esos sitios?

Existen espacios públicos y ahí es donde hay que jugar. Los padres deben sacar a sus hijos a pasear. Los niños deben pasar mucho tiempo al aire libre porque la infancia se pasa rápidamente. Hay padres que los sacan poco por falta de imaginación y ganas.

En ese último caso, ¿qué consecuencias puede conllevar para el niño?

Si no comparten y van a jugar o pasear con sus hijos, los niños los conocerán por una foto, pero no por un afecto. Tendrán una foto estática de ellos, pero no un película de la vida con sus padres.

¿Un libro es un buen regalo?

Es un buen regalo para un niño, pero no es un juguete y es difícil que lean si sus padres no leen.

Y los artículos tecnológicos, ¿lo son?

Los avances tecnológicos ofrecen momentos de ocio muy sedentarios y con la tendencia a la obesidad infantil no es bueno que los niños no se muevan y tampoco que se aislen. Con los videojuegos dos niños pueden estar juntos, pero jugando por separado. Esos regalos hay que dejarlos para más adelante. Cuando son niños es momento de jugar y compartir.

La crisis y el desempleo han obligado a muchas familias a hacer recortes en Navidad, ¿cómo pueden afectar estas situaciones a los más pequeños?

Los niños no están aislados de la realidad. La familia debe darles cobijo para que comprenda que hay que cambiar de forma de vida. Pueden salir más a pasear si no tienen dinero para gastar, simplemente se trata de ser racionales y de valorar mucho lo que tienes. A lo mejor, con un único regalo es suficiente, pero se debe complementar con tiempo e imaginación para llevarles al parque, a la playa, hacer una carrera o subir una montaña. Todo eso es un juego.

¿Hay que hablarles de la crisis o es preferible mantenerles al margen?

A los niños hay que hablarles de todo, pero sin dramatizar. A veces hablamos con términos muy pesimistas. Hay que hablar de la crisis, pero procurando dar un mensaje positiva a los niños. Por ejemplo, explicándoles que su mamá se va a quedar más tiempo en casa porque no trabaja y de esa forma tendrá más tiempo para compartir o hacer los deberes juntos. Hay que darle la vuelta y siempre hablarles de ello en positivo. La crisis nos va llevando a todos a un cambio social y de estructura y debemos tener los pies en la tierra.

¿Las fiestas navideñas afectan a la salud de los niños?

Los excesos se pagan. Sobre todo en la comida y a las consultas llegan mucho niños con vómitos. En el caso de los adolescentes, los excesos con el alcohol también tienen consecuencias.