El Consell se ha gastado 100 millones en construirlo y 30 en nuevos tranvías, la línea está terminada desde hace dos años y cada mes sin uso el mantenimiento del trazado cuenta unos 25.000 euros. Sin embargo, no hay forma de que la Línea 2 del Tram que unirá Alicante con la Universidad y San Vicente del Raspeig, entre en funcionamiento por falta de presupuesto de la Generalitat. Frente a esta situación, el pasado miércoles, el presidente Alberto Fabra inauguraba en Castellón la vía por la que pasará, en teoría a finales del próximo año, un tranvía cuyo trazado aún no se ha hecho, lo que no ha impedido que el jefe del Consell y exalcalde de Castellón se haya comprometido ya a destinar 15,7 millones de euros hasta 2027 para compensar el déficit previsto en el servicio.

El avance de la infraestructura castellonense frente a la parálisis de la alicantina no ha sentado bien en estas tierras dado que, tal como señaló ayer la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, "si se puede poner en marcha la línea de Castellón, también se puede poner en marcha la de Alicante. Creo que es lo justo". Castedo indicó que, igual que se considera lógico que la línea castellonense se prevea deficitaria los primeros años, "es normal que la Línea 2 no dé beneficios el primer año, pero luego los dará y hay que ponerlo en marcha ya con la iniciativa privada y la pública aportando la parte proporcional. Es una línea necesaria para la que se prevé millones de usuarios al año". Castedo, que viene reivindicando la puesta en marcha del servicio desde que se acabaron las obras, añadió ayer que "en Alicante se ha hecho una inversión tremenda en la Línea 2, se han comprado los trenes y ahora no hace más que generar gastos de mantenimiento y no da ni servicio ni beneficio".

La alcaldesa de San Vicente del Raspeig, Luisa Pastor, por su parte, dio ayer su "enhorabuena a Castellón por tener una nueva infraestructura" pero insistió en la necesidad de que funcione la Línea 2. "Es una obligación moral que el Consell tiene con Alicante". Pastor además adelantó a este respecto su particular petición a los Reyes Magos: "Que se amplíe el trazado actual y el tranvía entre también en el municipio de San Vicente".

Pero de momento, parece que hay que tener paciencia, como pidió la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig en octubre justificando el retraso en la puesta en marcha del servicio alegando motivos económicos. De hecho desde esta conselleria se señaló ayer con respecto a la inauguración de Castellón que "esto no cambia nada y estamos trabajando para poner en marcha lo antes posible la Línea 2. De momento, ninguno de los dos pliegos de condiciones para la adjudicación han salido todavía y estamos en ello". El Consell pretende que sea una empresa mixta formada por Ferrocarriles de la Generalitat y una adjudicataria, la que gestione la línea durante un periodo de 15 años después de anularse en enero un concurso de adjudicación, al que se sólo se presentó la empresa Vectalia, debido a que el Consell no podía asumir la tarifa técnica fijada entre 15 y 20 millones de euros a pagar todos los años a la concesionaria según se recogía en el pliego de condiciones. Según otras fuentes, la empresa llegó a ofrecer al Consell mantener el servicio los tres primeros años y posteriormente, en caso de pérdidas, las cubriría la administración valenciana.