El domingo se desviaron tres

Una densa niebla tomó el domingo por la noche el litoral de la provincia desde la Marina Baixa hasta la Vega Baja, obligando a desviar a Valencia al menos tres vuelos que debían aterrizar en El Altet y complicando la circulación en carreteras y cascos urbanos. No se registró ninguna otra incidencia relevante relacionada con este fenómeno, habitual por otra parte en otoño y motivado por las altas temperaturas, la humedad y la situación anticiclónica, aunque no por ello dejó de sorprender a muchos.

Esta capa de nubes bajas originada en el mar obligó a desviar a Manises un vuelo procedente de Heathrow (Londres), otro que partió de El Prat y un tercero cuyo origen era la ciudad alemana de Dusseldorf, entre otros, según informaron fuentes del aeropuerto de El Altet. El domingo por la noche, fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) en Alicante informaron de que el número de vuelos desviados a Manises eran tres, y que se barajaba la posibilidad de trasladar en autobús a los pasajeros hasta Alicante. Además, según Aena se habían cancelado dos vuelos a El Altet desde París y Barcelona, y un tercero también desde la capital catalana estaba previsto que saliera con dos horas y media de retraso. También se había cancelado un vuelo de Alicante a Londres, y otro a Barcelona también tenía una demora de dos horas.

En cuanto a las carreteras, la niebla generó importantes problemas en todas las vías del entorno de Alicante y Elche: era difícil circular entre ambas ciudades por la A-70, la N-340 y la CV-86, según informó la Dirección General de Tráfico. Lo mismo ocurría en el acceso a El Altet (N-338), y en un tramo de 25 kilómetros de la A-7 entre Elche y Cox, así como en la A-31 entre El Rebolledo y Alicante. Fuentes de la Guardia Civil de Tráfico señalaron que la neblina permitía una visibilidad de 100 metros entre Alicante y Crevillent, por lo que las complicaciones no fueron graves. En la misma línea se mostraron desde la Policía Local de Alicante, que señalaron que la visibilidad era suficiente.

Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, explicó ayer que este fenómeno se debe al potente anticiclón existente, que hace que aire esté muy estancado, con altas temperaturas y humedad que hacen fácilmente que ese aire se condense y se convierta en niebla. La superficie del mar se encuentra más fría y allí se instalaron ayer estas nubes bajas durante el día.

Al caer la noche entraron en tierra trayendo de esta forma la "niebla de irradiación", como se denomina este fenómeno, con la particularidad de que se generó inicialmente en el mar y no en tierra. De ahí que esta situación se limitara al litoral.

La niebla se fue haciendo más intenso a medida que pasaba la tarde. En Alicante resultaba poco menos que imposible poder divisar desde lejos el castillo de Santa Bárbara, el Puerto de la ciudad o la Casa Carbonell. La situación fue peor en la Albufereta y la Playa de San Juan. Allí, a pocos metros del agua apenas se veía nada. La estampa fue tan curiosa que multitud de personas quisieron fotografiarla. El tráfico por la zona discurrió sin problemas, eso sí, con los vehículos extremando la precaución y menor velocidad de lo que habitualmente puede verse.