"¡No tenéis vergüenza. Basta ya. Pagad las becas de comedor!". Un centenar de gargantas clamaron ayer durante cerca de una hora a las puertas de la sede de Educación en Alicante para que el Consell pague todo, lo que le debe a la empresa que sirve el comedor a sus hijos. Son 150.000 euros cuya deuda ya no permite continuar a la propietaria del servicio del comedor porque la práctica totalidad de los niños están becados y ha mantenido el comedor sin recibir un euro desde abril: "He reiterado ante el director territorial que si no me pagan algo antes del viernes en que acaban las clases, no podré reabrir a la vuelta de vacaciones, el 7 de enero, declaró ayer María Ángeles Pujante.

Los responsables de Educación en Alicante achacaron ayer al cambio de director general de Centros Docentes -Santiago Martí ha accedido al cargo tras la destitución de Jorge Cabo- la falta de pago, pese a que desde que comenzó el año Educación apenas ha llegado a abonar un tercio de los 30 millones de euros que están presupuestados para el comedor escolar en el conjunto de colegios públicos de toda la Comunidad. Existen numerosos colegios que ni siquiera han recibido un euro en todo el año, como atestigua el portavoz del colectivo de directores de centros de Primaria de la provincia de Alicante, Ginés Pérez, y lo que no ha llegado a ningún centro es el 1,45 euros que la Conselleria de Educación debe pagar por cada monitor al día.

"En estas circunstancias tan precarias únicamente los colegios con padres de alumnos que pagan el comedor pueden seguir haciendo frente a los impagos de Educación. Cuando más del 80% de los niños están becados por su falta de recursos, como es el caso del Isla de Tabarca, un centro Caes o de acción educativa singular, es normal que la empresa no pueda seguir costeando la totalidad del servicio", puntualizó Pérez.

Nueva protesta

El portavoz de los directores se lamenta de que con esta práctica de impagos "el Consell se está cargando a las pequeñas empresas de la provincia pese al enorme esfuerzo que están haciendo".

La propia empresaria, que ha dado la voz de alarma del cierre del servicio por los serios apuros que atraviesa, subrayaba ante las puertas de Educación que "he demostrado con creces mi solvencia. Si sirviera en un centro ordinario no habría tenido que venir a pedir mi dinero porque lo habría soportado con el pago de las familias". Los responsables educativos transmitieron tanto a los representantes de la AMPA, el vicepresidente Josué Amador Muñoz, como a la encargada de la empresa que "harán todo lo posible para regularizar la deuda en poco tiempo".

Y así lo esperan las familias, aunque para no bajar la guardia y asegurarse de que se paga el comedor, tienen previsto solicitar ante la subdelegación del Gobierno una nueva marcha desde el colegio a Educación para la vuelta de las vacaciones de Navidad, el día 8 de enero. "Desconvocaremos si se paga", concluyen.