Sin ambages. Así se mostró ayer el presidente provincial del PP en Alicante, José Císcar, durante su discurso en la tradicional cena navideña que todos los años celebra el partido. El también vicepresidente y portavoz del Consell no tuvo ningún tipo de reparo en admitir el "desgaste" que está sufriendo el PP en los últimos meses. No lo dijo ni una, ni en dos ocasiones. Pronunció esa palabra hasta tres veces. "Algunos dicen que tenemos desgaste. Pues claro que sí. Es lo que conlleva tomar decisiones difíciles. Estamos aprobando expedientes de regulación de empleo todos los meses, se ha subido el IVA, se ha eliminado la paga extra de Navidad a los funcionarios... Tenemos desgaste por tomar decisiones. Otros, sin embargo, sufren un castigo por no haberlas tomado", aseguró, en clara referencia al principal partido de la oposición. Y prosiguió: "El PSOE no levanta cabeza. Y entre el castigo y el desgaste, prefiero lo segundo".

Císcar circunscribió esa pérdida de fortaleza a las medidas que ha venido adoptando el PP tanto a nivel nacional como autonómico. Lo que no mencionó en ningún momento es las consecuencias que puede estar acarreando la ristra de imputados con la que cuenta el partido en las Cortes. Varios de ellos, por cierto, de Alicante. Concretamente, Angélica Such y Milagrosa Martínez, ambas en la pieza de Gürtel que investiga la adjudicación del stand de Fitur a la trama corrupta desde 2005 hasta 2009; Yolanda García Santos y David Serra, los dos imputados en la causa de Gürtel sobre la presunta financiación irregular del PPCV; y Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo, imputados en Brugal por el supuesto amaño del Plan General de Alicante a favor del constructor Enrique Ortiz. De los seis, solo los dos últimos acudieron ayer a la cena.

La alcaldesa, además, abrió el turno de intervenciones. Y a diferencia de otras ocasiones, suavizó el tono... e incluso viró sus palabras. Porque hasta ahora, había repetido en dos ocasiones que se había sentido "muy sola" desde que supo que estaba siendo investigada. La primera, en marzo, cuando aún no estaba imputada. Y la segunda, el pasado mes de noviembre durante una cena privada con sus amigos de Facebook, justo el mismo día en que se filtró su declaración en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Ayer, sin embargo, dijo todo lo contrario. "Que ninguno piense que estamos solos. No lo hemos estado nunca. Porque a pesar de la tierra que nos intentan echar, nosotros somos más", sentenció.

El tercero en intervenir fue el vicesecretario general del PPCV y alcalde de Calp, César Sánchez -Alberto Fabra excusó su ausencia por motivos personales-. Centró la práctica totalidad de sus palabras en criticar a la oposición y afirmó que si la Comunidad no hubiera estado infrafinanciada, su deuda será hoy prácticamente la mitad de la que es. Sin ir más lejos, asciende ya a 25.574 millones de euros, el 25% del PIB.

Ausencias

Al margen de los imputados, la cena navideña del PP contó ayer con varias ausencias reseñables. Entre ellas, la del benidormí David Devesa -la dirección provincial suspendió la asamblea de la ciudad por presuntas irregularidades en el censo- y la de la concejal de El Campello Lorena Baeza -el partido le impidió disputarle la presidencia local a Lourdes Llopis, afín al alcalde, porque cuatro de los vocales de su lista no habían abonado las cuotas en tiempo y forma-. Los dos mostraron así su malestar con la cúpula del partido.