La Conselleria de Agricultura ha comenzado los trabajos de dragado en el último tramo del barranco de las Ovejas que el próximo verano contará con un nuevo cauce con una profundidad de tres metros, lo que mejorará sensiblemente la capacidad de desagüe de un canal clave para evitar inundaciones en el sur de Alicante y, en concreto, en los barrios de San Gabriel y Gran Vía Sur.

Los trabajos se desarrollan ya a buen ritmo tras el parón que sufrieron en verano por una modificación del proyecto, y ya ha comenzado la construcción en Valencia de una pasarela de 44,2 metros de longitud que facilitará la conexión de la dos zonas urbanas del barrio separadas por el barranco en el tramo próximo a la desembocadura. La estructura se trasladará por carretera y quedará instalada antes del verano de 2013, según el acuerdo al que se llegó en la última reunión de la comisión de seguimiento. El proyecto, a cargo del Plan Confianza, tiene un presupuesto de 10,5 millones de euros y, en principio, la Generalitat está pagando.

La Conselleria de Agricultura inició en agosto de 2011 la remodelación de los 460 metros finales del barranco de las Ovejas a fin de mejorar su capacidad de desagüe al mar en caso de avenidas por gota fría. El plazo de ejecución era de 13 meses, por lo que la ejecución se retrasará al menos un año. El objetivo es aumentar el drenaje del barranco, y para ello se rebaja la cota de rasante, ya que no es posible ensanchar el cauce debido a las urbanizaciones y casas construidas a ambos lados.

La obra estaba pendiente de ejecución desde que acabó el desarrollo del plan antirriadas, aprobado tras la gota fría de 1997, y es una de las asignaturas pendientes con los vecinos de San Gabriel y Gran Vía Sur, que vienen denunciando los problemas de capacidad que tiene el barranco, además de los malos olores que se producen cuando el agua se embalsa.

El proyecto contempla también una serie de demoliciones y recrecido de muros, que ya ha comenzado, así como la construcción de la pasarela peatonal de 44,2 metros de longitud para facilitar el acceso peatonal entre las dos márgenes del barranco. Una antigua reivindicación de los vecinos de San Gabriel y Gran Vía-Sur.