Las falsificaciones mueven ya 520 billones de euros sin control en el mundo, y los países del G-20 pierden 50 billones en concepto de impuestos por la piratería industrial de manera anual. Expertos, empresarios y representantes de la UE lanzaron ayer en Alicante la voz de alarma ante el espectacular aumento de la piratería en los denominados países emergentes, muchos donde hoy se concentra el crecimiento económico mundial, y reclamaron a las empresas que luchen contra las falsificaciones, porque comprometen a medio plazo miles de puestos de trabajo en plena crisis.

Los datos hechos públicos en la cumbre europea sobre Propiedad Industrial que ayer finalizó en el Auditorio Provincial de Alicante fueron más que reveladores, como demostró el griego Antonis Kastrissianakis, director general de Fiscalidad y Unión Aduanera de la Comisión Europea, quien concretó que en los últimos dos años la cifra de incautaciones de productos falsos en Europa se duplicó, pasando de las 44.000 actuaciones de 2009 a las 91.000 de 2011, en las que se decomisaron 115 millones de artículos, el 75% fabricados en China, una de las locomotoras económicas del mundo en estos momentos.

"Y seguramente sólo sea una parte pequeña de lo que está entrando en la UE", advirtió Kastrissianakis, quien reiteró que China es el principal punto en el que se fijan los organismos comunitarios en sus esfuerzos por evitar que se vulnere el derecho a la propiedad intelectual. De hecho, la UE se reúne un vez al año con las autoridades chinas para tratar de convencerles, y hace un mes una misión de Bruselas se reunió con los magistrados del Tribunal Supremo de China. Para la CE, la labor de las aduanas resulta indispensable, ya que una vez que los artículos se hallan dentro de la UE es más difícil detectarlos y también más costosa su retirada.

Durante la segunda jornada de la cumbre internacional también se alertó sobre otros países también problemáticos por ser exportadores de productos falsificados -México y Turquía-, aunque están haciendo grandes progresos para erradicar esta práctica, según apuntó Rupert Schlegelmich, responsable de la seguridad en marcas de la Unión Europea.

Este es el escenario y en el mismo es donde se jugarán en los próximos cinco años miles de puestos de trabajo en una Unión Europea donde sólo se concentrará el 10% del crecimiento mundial. El resto, el 90%, se desarrollará en estados ajenos a la vieja Europa, en los que, además, las falsificaciones crecen sin control.

La receta: calidad, innovación y mano dura contra los falsificadores, como trasladó el vicepresidente de la multinacional de automoción francesa Peugeot, Christian Peugeot, quien se mostró convencido de que la innovación y la lucha contra el fraude de la piratería industrial son los dos pilares en los que deben apoyarse los estados para olvidar la crisis.

Peugeot añadió que los consumidores se ven afectados, muchas veces sin saberlo, en diferentes ámbitos de su vida diaria por las falsificaciones, y citó la salud como una de las áreas que se ven afectadas. El vicepresidente de la multinacional apuntó, en este sentido, que, según un informe reciente, uno de cada cuatro consumidores compra productos falsificados.

Por su parte, el presidente de la Oami, Antonio Campinos, subrayó que "la propiedad intelectual debe contemplarse como un elemento fundamental en el desarrollo de las economías europeas". Campinos también anunció, en este sentido, tres grandes proyectos en los que la oficina europea en Alicante ya trabaja. En primer lugar, medir el impacto de la propiedad intelectual en el PIB y el empleo de un país. Este estudio, que se hará conjuntamente con la Oficina Europea de Patentes, permitirá hacer público cuál es el impacto real de la lucha contra la piratería en las economías europeas.

En segundo lugar, la Oami, junto el Observatorio sobre las Vulneraciones de los Derechos de la Propiedad Intelectual, que fue trasladado en junio de este año a la oficina de Alicante, busca concienciar a los consumidores sobre la propiedad intelectual. "Queremos vislumbrar lo que los ciudadanos saben y lo que en realidad deberían saber en este ámbito". Como tercera pata, los expertos intentarán calcular el alcance económico del fenómeno de la piratería. Con todo ello, lo que se pretende es "crear una conciencia que se traslade de generación en generación sobre los efectos negativos de la piratería", aseveró Campinos.

El presidente de la oficina europea recordó que en abril de 2013 se abrirá una nueva web con un espacio dedicado a las necesidades de pymes y empresarios, "en la que los usuarios tendrán su propio gestor de cuentas para que resuelvan de forma personalizada y telemática sus dudas". La Oami da servicio a más de 350.000 empresas de la Unión Europea y protege las marcas en los 27 países miembros, aunque también tiene mecanismos para ampliar su ámbito de trabajo y protección.

Satisfacción municipal

Por su parte, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, que fue la encargada de inaugurar la segunda y última jornada de la IP Summit, trasladó su satisfacción por la celebración de la cumbre en Alicante. Castedo aseveró que "la innovación es un elemento clave en el desarrollo económico, dentro y fuera de las fronteras de un país, y contar con una institución como la Oami es un orgullo para Alicante y para los alicantinos, porque nos convierte en un referente", afirmó. Precisamente, la cumbre europea sobre la Propiedad Industrial que se ha celebrado esta semana en Alicante nació del acuerdo alcanzado por la Oami y el Ayuntamiento para que la ciudad aprovechara las sinergias positivas de la oficina comunitaria más rentable de la CE. Alicante ha sido, además, la primera ciudad europea en acoger la reunión que hasta ahora se celebraba en Bruselas. París recoge el testigo para 2013.