Las quejas de los agentes y de la propia Inspección de Trabajo han obligado a la Concejalía de Seguridad a cerrar el cuartelillo de la Policía Local del Pla -donde estaba el destacamento de Tráfico y Vía Pública- y redistribuir a cerca más de noventa agentes en las dependencias de la Jefatura -en la calle Julián Besteiro- y en las dependencias en las que almacenan los decomisos de la venta ilegal en la antigua Fábrica de Tabacos. Los barracones, que se instalaron hace más de nueve años de forma provisional sobre un aparcamiento, serán desmantelados a partir de la próxima semana. Tal y como denunció el sindicato SPPLB, las casetas prefabricadas tenían humedades, goteras, agujeros en el suelo y problemas en el sistema eléctrico.