Un operario de la empresa de iluminación Destellos que estaba ayer por la tarde colocando las luces de Navidad en la calle Altamira permaneció un cuarto de hora suspendido en el aire aunque dentro de la cesta de la grúa en la que se desplazaba cuando ésta se enganchó en los cables en los que estaba instalando los motivos. El trabajador, Taibi, un marroquí que lleva cinco años en Destellos, confesó estar "un poco asustado" después de que los Bomberos le bajaran con una escalera, aunque aseguró que iba protegido con el arnés. "La grúa se ha enganchado cuando estaba instalando las luces", explicó. Un testigo indicó que el operario estaba arriba cuando el motor del brazo de la grúa se paró y la cesta se venció, "estuvo ahí aguantando unos 15 minutos hasta que han venido los bomberos. Ha sido más el susto que otra cosa", dijo el testigo, que dudó de las medidas de seguridad de estos trabajadores.

Javier Capella, gerente de Destellos, explicó que la electroválvula que controla el movimiento de la cesta se quedó enganchada y no respondía. "Todas las grúas llevan bomba de emergencia eléctrica, y no se puede trabajar con ellas cuando ocurre eso, pero sí bajar la cesta". Sin embargo, la Policía Local, que regulaba el tráfico mientras instalaban las luces, avisó a los Bomberos, que rescataron al operario y después bajaron el brazo de la grúa, que hoy será reparado.

La empresa Destellos empezó el miércoles a instalar las luces de la Plaza del Ayuntamiento, y ayer estaba en Altamira, donde solo faltaban dos motivos por colocar cuando ocurrió el incidente. Mañana se decorará Alfonso El Sabio y la próxima semana la Rambla para que el itinerario de los desfiles esté iluminado durante las fiestas del 6 de diciembre.