­Los institutos de Secundaria se ven obligados este curso a practicar el trueque de mobiliario entre centros porque la partida que había para reposición de material ya no figura en los presupuestos y Educación apenas remite mobiliario para los centros que se estrenan, ya bien pocos.

La última asamblea de directores de Secundaria de la provincia celebrada en Alicante ha puesto en evidencia la práctica del mercadillo de mesas y sillas que llevan a cabo los directores entre centros, como forma de resolver además otro plus añadido al deterioro progresivo del material: el significativo aumento de la ratio en determinados institutos. A más alumnos en las aulas, más necesidad de mesas y sillas que los responsables de los centros tratan de sacar de donde no hay.

«Nos los prestamos unos a otros», explica una portavoz de los directores de Secundaria, Pepa Juan. El Instituto Cavanilles ha incrementado significativamente el número de alumnos especialmente en Formación Profesional, unos 200 más, y aprovechan las sillas-pala que han logrado tras echar mano del trueque con otros centros. Las envía el Instituto Figueras Pacheco a cambio de caballetes de dibujo. Peor también las han recuperado, incluso, del salón de usos múltiples.

En el IES Figueras Pacheco, por su parte, han buscado mobiliario «en cada despacho» hasta el punto de haber aprovechado para llevar al aula las mesas que servían de punto de apoyo para las impresoras y que ahora se ubican sobre cajones. «La subida de la ratio ha descompensado la partida de mesas y sillas que teníamos. Donde antes había 35 alumnos ahora tenemos 42, son siete pupitres más por aula y no los teníamos», señalan desde el equipo directivo. De ahí que buscaran por todos los institutos hasta que se ofreció el Cavanilles. El Figueras, como otro de Elche, ha solicitado a Educación mobiliario como para cubrir un aula, pero no llega.

El concepto presupuestario de «reposición de material» se ha extinguido de los presupuestos, como añade la también portavoz del colectivo, Laura Oliva, a cuyo centro en Mutxamel llegaron sillas-pala que envió el instituto de Xixona. Este mobiliario es suficiente para los alumnos de determinados ciclos formativos donde únicamente toman apuntes, mientras que para las aulas de Secundaria «son más cómodos y necesarios los pupitres, porque si no los alumnos no tienen sitio para poner ni siquiera una calculadora si ya tienen el libro y la libreta de apuntes sobre la pala».

Por eso los alumnos corren cuando suena la campana hacia el aula. «Quieren evitar quedarse sin pupitre o tener que buscarlo en otras aulas aledañas para que no les toquen las sillas pala», que es lo que sucede en otro de los centros, el IES Cabo Huertas, como lamenta la presidenta de la AMPA, Nuria Díaz: «Los chicos tienen que mover las mesas entre aulas».

El IES Cabo Huertas aprovechó precisamente que el IES 8 de Marzo se trasladaba del sótano del Conservatorio al nuevo centro hace un par de años para hacerse con 90 pupitres. Los últimos que ha recibido, porque ahora se ve obligado a mover el mobiliario de un aula a otra. «Si a la clase de Matemáticas le sigue Castellano, en la que hay muchos más alumnos, los últimos en llegar tienen que buscar mesas de otras aulas. Por lo menos nos faltan 20 pupitres», aseguran en el centro.

Oliva concluye que hace ya diez años que Educación dejó de remitir mobiliario a los centros de forma habitual y que desde hace cuatro ya no sirven pedidos. «Los institutos de Valencia no tienen ese problema, pero en Alicante hemos reclamado ante la dirección territorial porque no se repone. El único mobiliario nuevo que se remite es el de prefabricadas o los centros de nueva creación».