Hasta diez veces se negó ayer el conseller de Hacienda, José Manuel Vela, a responder en las Cortes a las preguntas de los periodistas sobre la filtración -negada por él- al imputado y diputado del PP, Rafael Blasco, de un informe del caso Cooperación solicitado por el juzgado. Vela no quiso hacer declaraciones a su llegada al pleno, donde presentó la ley de acompañamiento a los presupuestos, pero al concluir la sesión compareció ante la prensa. Antes, en el hemiciclo, sentado en el escaño de su compañero de gobierno Máximo Buch, había mantenido una larga conversación con el vicepresidente José Císcar. "Ayer ya hice un comunicado y no tengo nada más que añadir al respecto". "Por favor, ya lo he dicho antes, ayer hice un comunicado y no tengo nada más que añadir". "Insisto, creo que es por cuarta vez, ayer hice un comunicado y no voy a añadir nada más". Lo repitió diez veces para eludir las preguntas de la prensa, remitiéndose al comunicado del miércoles de la conselleria en la que se afirmaba que es "rotunda y absolutamente falso" que Vela facilitara un informe del caso a Rafael Blasco.

Sí señaló que "en absoluto" se ha planteado dimitir, y dijo estar "perfectamente tranquilo". Inquirido sobre si se siente apoyado por el presidente Alberto Fabra, contestó: "En estos momentos, por supuesto que sí". "¿Es una estrategia de abogado?", se le preguntó, y dijo: "No tengo ningún abogado". El receptor del informe, Blasco, con cara de circunstancias en el pleno, rechazó directamente hacer declaraciones.

La oposición clamó dentro y fuera del hemiciclo por la dimisión de Vela. El socialista Julián López puso el caso como ejemplo de cómo "ha quedado todo manchado, ensuciado y podrido por los casos de corrupción", que han "agravado" en la Comunidad la crisis. "Hace 48 horas ocurrió algo en el pleno [de presupuestos, donde se produjo la filtración] que merece una explicación. Si no la da, el responsable será quien lo mantiene", advirtió. Pero Vela, quien en su intervención al inicio no aludió al asunto, evitó salir a la tribuna. Tampoco lo hizo con Lluís Torró (EU) y con Mireia Mollà (Compromís), quien sostuvo que Vela es "la primera víctima de Blasco. De mala hierba ya se sabe, muere matando". Auguró que el conseller será "imputado" e instó a Fabra a actuar porque "el martes se delinquió en sede parlamentaria".

Cotino "casi" expulsa a Mollá

El presidente de las Cortes, Juan Cotino, se quedó al borde de expulsar a la diputada, tras llamarla al orden hasta en dos ocasiones. El popular Rubén Ibáñez le replicó que sólo buscaba "montar un 'show' porque tiene 'celitis televisiva'" de Mónica Oltra. En pasillos, Oltra señaló que "cuando se llevan 17 años de impunidad se acaban cometiendo tonterías". Para la socialista Eva Martínez, Alberto Fabra debe destituirlo ya "porque ha podido explicarse y no lo ha hecho; no hay nada que investigar". Marina Albiol, de EU, exigió al PP que "deje de dar cobertura a actuaciones mafiosas".

Las policías española y norteamericana van a tener muy difícil recuperar parte del dinero desviado desde las ONG de la trama que cobraron de la Generalitat a las firmas del empresario preso Augusto César Tauroni, según un informe emitido por el asistente del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Florida en poder de INFORMACIÓN. En el documento, el investigador revela que la firma International Human Resources de Tauroni fue disuelta y sus activos retirados por la testaferro del empresario el 30 de mayo de 2012, tres meses después de las detenciones y cuando la juez valenciana ya estaba inundando la fiscalía de EE UU de comisiones rogatorias. Julia Valdés, una ciudadana argentina que ahora se encuentra en busca y captura tras ser imputada en el caso por blanqueo de capitales y otros delitos, era la cabeza visible de algunas de las sociedades que Tauroni montó en EE UU y de la fundación que constituyó para conseguir la adjudicación del hospital de la Generalitat en Haití por cuatro millones de euros. Valdés es la persona que disolvió la empresa y recoge los activos.

Los diputados toman precauciones

Político previsor, vale por dos. El escándalo de la filtración planeó ayer en el debate de la ley de acompañamiento a los presupuestos. Y los diputados, a la vista de lo sucedido a Vela, tomaron precauciones para evitar que las cámaras pudieran "cazarlos". Varios de ellos consultaron documentos con disimulo o leyeron mensajes de móvil escondiéndolo debajo de sus escaños. Vela recibió el apoyo en público de varios de sus diputados, entre ellos, de Ricardo Costa, imputado en el caso Gürtel de la financiación del PP. En cambio, se evidenció la soledad de Blasco.