Más recortes. La Conselleria de Hacienda, dirigida por José Manuel Vela, ha remitido una instrucción interna al resto de departamentos de la Generalitat en la que les informa de un nuevo recorte por importe de 166 millones -casi 28.000 millones de las antiguas pesetas- que se concentrará en Educación y Sanidad con 47,9 y 62,8 millones, respectivamente, de bocado presupuestario, según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico. Por orden expresa de Mariano Rajoy, el Consell que encabeza Alberto Fabra se mueve a toda prisa en la recta final del año para reducir sus gastos e intentar cumplir con el tope de déficit del 1,5% del PIB marcado desde Bruselas, una maniobra en la que, entre otras cosas, se juega continuar recibiendo tramos del fondo de rescate autonómico, un mecanismo de liquidez que permite a la Generalitat cumplir con los bancos y poner "parches" en la deuda -unos 3.000 millones de facturas impagadas sólo en 2011 y 2012- que arrastra con sus proveedores.

A la decisión de la Generalitat, adelantada por este periódico, de echar el cierre al presupuesto para prohibir, desde esta misma semana, los pagos y trasladar la tramitación de facturas a enero de 2013 con el objetivo de rebajar el déficit y de maquillar las cuentas, se suma ahora un nuevo tijeretazo que deja a la mayoría de consellerias con el dinero imprescindible para pagar las nóminas de sus trabajadores. Ni un euro más. El acuerdo de "no disponibilidad" de fondos por importe de 166 millones se tomó en la reunión que el Consell celebró el pasado viernes aunque José Císcar, portavoz del Ejecutivo autonómico y número dos de Fabra en el Gobierno, no informó a los periodistas. Tampoco aparecía en el "dossier" que elaboran los servicios de prensa de la Generalitat.

El documento remitido a las diferentes consellerias admite que la decisión tiene la finalidad de "asegurar los objetivos de contención del gasto público". Los recortes, apunta la circular, afectan a los capítulos de gasto corriente, transferencias e inversiones y, como se aprecia en los datos del cuadro anexo, afectan especialmente a las consellerias de Sanidad, Educación, Agricultura y Economía e Industria. Las dos primeras suman más del 60% del tijeretazo. Las cantidades económicas tendrán que estar a disposición de la Conselleria de Hacienda antes del próximo viernes 23 de noviembre. La operación es simple: el departamento que dirige José Manuel Vela asignó en su día a cada sección unas cantidades económicas para cubrir el año y ahora, a mes y medio todavía de finalizar el ejercicio, se las reclama para que no gasten. Cuando presentó el plan de reequilibrio al Gobierno, el Consell ya tuvo que aprobar un acuerdo de no disponibilidad de fondos por importe de 300 millones que, en aquella ocasión, afectó a infraestructuras.

El arreón final del Ejecutivo que encabeza Alberto Fabra para contener los gastos durante el último mes del año -un periodo en el que se tramitan una gran cantidad de facturas- no es casual. Durante su última visita a Valencia el pasado 13 de noviembre y a lo largo de un encuentro privado, Mariano Rajoy lanzó una serie advertencia a Fabra sobre el desfase presupuestario. A mitad del ejercicio, la Generalitat ya había cubierto dos terceras partes del déficit para todo 2012. Rajoy reclamó al jefe del Consell medidas extraordinarias en tanto que fuentes de ingresos que estaban presupuestadas como la privatización de la Sanidad o la subasta de inmuebles públicos se han revelado como un auténtico fiasco.

"La gestión del PP lleva a la Generalitat al desastre absoluto"

Mireia Mollá, diputada de Compromís por Alicante, criticó con dureza al Consell por volver a meter la tijera en Educación y Sanidad y aseguró que, en estas circunstancias, "la gestión del PP conduce a la Generalitat a un desastre absoluto". La parlamentaria de Compromís reclamó un "cambio de rumbo" frente una situación que "no sólo es de quiebra técnica sino también de fractura ética y política". Mireia Mollá reprochó a los populares que su labor de gobierno suponga que "no se pueda hacer frente a las cosas más básicas" y lamentó que el Gobierno de Fabra ya no ofrezca a los ciudadanos "ningún tipo de política que genere esperanza y que sirva para solucionar los problemas de la gente". "El PP ya no es una alternativa de futuro", apuntó.