Han dejado a los estudiantes a su suerte. La falta de inversión por parte de la Conselleria de Educación ha dado al traste con el propósito de favorecer la introducción de profesionales orientadores en todos los colegios de Primaria para favorecer el desarrollo vital de los estudiantes -y no solo de su aprendizaje- de cara a una adecuada inserción labora de futuro. El ex conseller Font de Mora introdujo al menos uno de estos técnicos por cada instituto de Secundaria y se propagó a bombo y platillo que se trataba de la primera comunidad autónoma que lo conseguía, pero el proyecto se ha quedado a medias.

Hoy en día apenas hay 150 orientadores educativos para los más de 120.000 alumnos matriculados en los 140 institutos de Secundaria de la provincia, un promedio de 1.000 alumnos por educador que hace imposible la atención que deben impartir estos profesionales. Según explica el tesorero de APOCOVA, la Asociación Profesional de Orientadores de la Comunidad Valenciana, José Miguel Pareja, con semejante ratio apenas dispondrían de cuatro minutos para cada alumno, de modo que tienen que centrarse únicamente en el 30% de los escolares que engrosan el fracaso escolar, sin tiempo para asesorar al profesorado tutor de estos alumnos con el propósito de que puedan mejorar sus mermadas expectativas de futuro.

El modelo educativo alemán que tanto citan desde la conselleria para tratar de emularlo, por ejemplo con respecto a las nuevas prácticas de formación profesional en empresas, también contempla la presencia de estos profesionales orientadores en todos los niveles educativos. "En realidad, cualquier persona es susceptible de necesitar nuestra ayuda alguna vez en su vida", subraya Pareja. Por este motivo, y ante la falta de suficientes técnicos orientadores para todo el alumnado de la provincia -la media de atención en el resto de Europa es de un orientador por cada 250 alumnos, cuatro veces más especialistas que en la provincia-, el colectivo sostiene que "cuanto más tarde se obligue al alumno a elegir su propio itinerario educativo, mejor".

Opinan que adelantar a los alumnos de 14 y 15 años de cuarto curso de la ESO dicha decisión, tal y como propone el borrador de la nueva ley educativa que propugna el ministro Wert, reducirá las posibilidades de éxito vital de los estudiantes, dando al traste con una adecuada reorientación hacia su futuro laboral.

Tampoco son partidarios los orientadores de que los alumnos repitan curso porque influye negativamente en los jóvenes que se retrasan. "Es preferible que pasen de curso con el resto de compañeros y que se les ponga un apoyo educativo", indican. Sin embargo, estas medidas son las que ya no pueden llevarse a cabo como consecuencia de los recortes económicos en la enseñanza.

"Cuando debíamos estar hablando de implantar orientadores laborales en todos los órdenes de la vida, tanto académica como profesional como sucede en la Unión Europea, más allá del nivel escolar porque todos necesitamos reciclarnos y pedir orientación para ver hacia dónde nos dirigimos, ni siquiera completamos el requisito entre los adolescentes", se lamentan desde la asociación, que celebró la apertura oficial del curso en la ciudad de Alicante para tratar de "unificar criterios y actuaciones, así como apoyarnos en la hermosa tarea colectiva de la orientación a nuestros alumnos", destaca la presidenta del colectivo, Charo Moya.

Profesionales clave para reducir el nivel de fracaso escolar

Los orientadores son los profesionales psicólogos, pedagogos o psicopedagogos que coordinan la orientación en los centros escolares, la evaluación psicopedagógica del alumnado, y realizan informes sobre los que necesitan medidas educativas específicas, tanto por sus dificultades como por su talento sobresaliente, para tratar de asesorar al mismo tiempo a los familiares y a los equipos docentes. La conselleria incluye entre los proyectos novedosos de este curso la detección precoz de dificultades entre el alumnado de los colegios para actuar cuanto antes y evitar que estos desajustes se traduzcan en mayores niveles de fracaso escolar, pero la falta de inversión no favorece la puesta en práctica de esta medida de forma adecuada. "Ahora mismo solo podemos dedicarnos a parchear, porque no damos a basto", aseveran al tiempo que desean que los propósitos de Educación se puedan cumplir. En Formación Profesional, escuelas de Adultos o de Idiomas estos profesionales también brillan por su ausencia. Reclaman una estructura estable para llevar a cabo su labor y que se les dignifique y valore, porque con el aumento de horas docentes en los institutos ya ni siquiera disponen de tiempo para poder asesorar a los profesores. V. B.