Con un presupuesto de trinchera que impedirá "vender" gestión en lo que resta de legislatura y acuciado por las deudas, al Consell de Alberto Fabra ya sólo le queda margen de maniobra para intentar "tapar" su complicada situación con el socorrido recurso de trasladar sus reclamaciones a Madrid. José Císcar, número dos de Fabra en la Generalitat, avaló el órdago lanzado por el conseller José Manuel Vela que, apenas 24 horas antes, advirtió en las Cortes que el agravio que padecen los valencianos con la financiación debe subsanarse de inmediato. "No se puede tolerar ni un año más", sentenció Vela. Una declaración que choca con la pretensión de Mariano Rajoy de mantener el actual sistema de reparto, como mínimo, durante los próximos tres años. Pero, además, por vez primera, Císcar abrió la puerta a un acuerdo con los socialistas para reclamar dinero en Madrid. "No tenemos ningún inconveniente en ir de la mano del PSPV", subrayó.

El discurso del titular de Hacienda con el refrendo del vicepresidente del Consell, sin duda, supone elevar el tono de la crítica al Gobierno de Rajoy al constatar que, en estos momentos, la Comunidad, junto a Cataluña y Baleares, es una de las más perjudicadas en la distribución de los fondos autonómicos. También es cierto, sin embargo, que el discurso reivindicativo que los consellers de Fabra exhiben en la Comunidad, con posterioridad y a la hora de la verdad, queda en agua de borrajas cuando no en el silencio a la hora de verbalizarlo en Madrid a pesar de que, en este asunto, el consenso entre el PP y la oposición -PSPV, Compromís y EU- es total y absoluto. Los datos del reparto de la financiación para 2013, además, suponen un nuevo varapalo: el modelo distribuirá mil millones más para las administraciones autonómicas pero la Comunidad Valenciana ingresará 174 millones menos, algo que ha colmado la paciencia de la Generalitat.

En esa línea y durante su comparecencia semanal, Císcar destacó que, en todo caso, Mariano Rajoy, a las puertas de su visita a Valencia del próximo martes, ya conoce las reivindicaciones de la Comunidad y reveló que, en estos momentos, el Ministerio de Hacienda "ya está trabajando en un nuevo modelo". Hasta ahora, desde Madrid, insisten en que el debate sobre el modelo de financiación no se abordará hasta el final de la legislatura pero el Consell, lanzó Císcar, "insistirá" para que "si se puede modificar en 2013 mucho mejor que en 2014". El vicepresidente secundó las protestas de Vela, al que las "quinielas" sitúan fuera del Gobierno en una hipotética remodelación a primeros de año, y aseguró que "expresan fielmente el sentir del gobierno valenciano" ante un sistema de financiación "injusto" y que "nos maltrata". "No es cuestión de valentía sino de decir las cosas como son", agregó.

Con la actual situación, los populares valencianos se desgastan día a día. Todas las noticias son negativas. Con las farmacias, los agricultores y los alcaldes en pie de guerra por los impagos, el presidente de la Generalitat tuvo que salir a la palestra para anunciar un calendario de pago a proveedores y a los municipios, a los que se les adeuda cerca de 300 millones de euros. Y, además, durante la jornada de ayer también se supo que el ERE de Vaersa se llevará por delante a otros 439 empleados públicos, un 30% de la plantilla.

En esta tesitura, al jefe del Consell, anclado en una gestión lastrada por la herencia de Francisco Camps, quizá, no le queda otro camino abierto para intentar resistir que endurecer su posición frente a Madrid para tratar de frenar la sangría del PP en la Comunidad. No en vano, las últimas encuestas que se manejan en Génova sobre la Comunidad arrojan los peores resultados desde 1995 con una horquilla máxima de 41 diputados, lejos de la mayoría absoluta y con una tendencia muy difícil de cambiar. Sólo le queda la alternativa intentar amortiguar la caída. Y reivindicar la financiación parece ser uno de los epicentros del discurso. Tendrá Fabra una oportunidad pronto para clarificar su postura: el socialista Ximo Puig anunció que volverá a presentar en el Congreso una propuesta para cambiar el modelo y emplazó al PP a respaldarla. Habrá que ver entonces si, efectivamente, el jefe del Consell se sube al carro. En las Cortes ya se ha aprobado hasta en tres ocasiones mientras que en la Carrera de San Jerónimo, los diputados del PP, hasta ahora, se han opuesto.

La Generalitat se plantea retirar el cambio legal para recibir más inversión

Pese a que el conseller José Manuel Vela y el vicepresidente José Císcar se pusieron a la cabeza de la manifestación para exigir más dinero a Madrid, lo cierto, sin embargo, es que, por ejemplo, el Consell parece dispuesto a retirar la reforma del Estatuto para recibir una cantidad extra de inversiones anuales, actualmente paralizada en el Congreso de los Diputados. De hecho, el vicepresidente Císcar se mostró ayer favorable a intentar agrupar el citado cambio con la modificación necesaria, en caso de un acuerdo de todos los grupos, para reducir el número de parlamentarios del hemiciclo autonómico, una propuesta "estrella" de Fabra. P. r. f.