Ocho años se ha fijado la consellera de Educación, María José Catalá, para alcanzar la media española del 15% de abandono escolar, actualmente disparado en la Comunidad hasta el 27,4% y muy lejos del 4,4% que se ha fijado Europa. "Queda mucho camino por delante", admitió la titular de la conselleria al tiempo que calificaba de "lacra" el indicador del abandono educativo temprano al que, añadió, "hay que atacar de frente, con la implicación de toda la comunidad educativa".

Sin embargo, esa misma comunidad educativa le dio clamorosamente la espalda a su llegada al auditorio CAM-Sabadell, al que acudió para clausurar las II jornadas contra el absentismo escolar organizadas por el Ayuntamiento y que ha duplicado la asistencia con respecto al año pasado. En cuanto Catalá y la alcaldesa, Sonia Castedo, hicieron acto de presencia para pronunciar las palabras de cierre, más de un tercio de los asistentes abandonaron apresuradamente la sala, dejando singulares claros entre los asientos.

Momentos antes, y sabedora de que un grupo de profesores interinos despedidos el pasado mes de julio se encontraban a la puerta del auditorio con una pancarta de protesta frente a los recortes, la comitiva de la consellera decidió asimismo acceder por otra puerta y evitarlos.

En su posterior discurso ante la sala, la consellera trató, no obstante, de sumar fuerzas: "En la lucha contra el abandono escolar prematuro tienen que estar implicados todos. Se que lo están, pero hay que saber trasladar a las familias el valor de la educación dentro del ámbito del hogar", dijo. Lamentó que los frutos se recogen "mucho más despacio de lo que quisiéramos" y alabó el trabajo de los técnicos en Alicante, modelo que sugirió trasladar al resto de la Comunidad para su implantación en las localidades con más de 20.000 habitantes.

Esfuerzo

Los planes puestos en marcha por la conselleria hacia la formación del profesorado desde los propios centros, a partir de darles mayor autonomía, y a base de pedirles resultados posteriores, los citó Catalá como medidas tendentes a reducir el abandono de las aulas por los alumnos antes de tener la titulación mínima requerida, el graduado escolar: "Sabemos el esfuerzo que pedimos y sabemos valorar el reconocimiento social de esta labor. Ánimo, no desistir", dijo. Pero la audiencia docente que momentos antes y durante toda la mañana había abarrotado la sala, aparecía ya sensiblemente mermada. Junto a la consellera clausuraron las jornadas la alcaldesa Castedo y el concejal Ardid.

Enguita: "La escuela es bastante sorda"

Las ponencias de las II jornadas de absentismo escolar dieron paso, antes de su clausura, a un interesante cruce de opiniones entre los partidarios de la exposición del catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Fernández Enguita -que mañana interviene en el 33 congreso de la FAPA Gabriel Miró en el Colegio de Médicos-, y los del programa de la policía-tutor del Ayuntamiento de Coslada. Enguita lamentó que "a menudo la escuela es bastante sorda" con respecto a las demandas de las familias, y echó en cara a centros y directores que trazan "una raya sibilina que los padres no pueden pasar", por lo que pidió "más transparencia" a las escuelas. El agente policial, por su parte, defendió la labor de técnicos sociales y profesorado frente al principal fallo que, en su opinión, radica en las familias, a la hora de recuperar a los chicos que no van a clase. El avance del programa que llevan a cabo en Elche cerró las ponencias. V. B.