Más de un centenar de bomberos tomaron ayer la Diputación de Alicante para protestar por los recortes y las condiciones laborales a las que se está viendo sometido el colectivo, así como el resto de trabajadores de la administración pública. La concentración, que arrancó pasadas las once y media de la mañana como una protesta tranquila y a golpe de tambores, fue ganando en intensidad hasta acabar en una entrada en masa al Palacio Provincial, en la que los manifestantes llegaron a acceder al hemiciclo, que ayer celebraba su sesión plenaria del mes de noviembre.

El incidente se produjo después de que desde la Diputación se autorizara a los bomberos a concentrarse a las puertas de la institución para evitar que se bloqueara el tráfico en la avenida de la Estación. Una decisión que acabó con una marcha en tropel hacia las puertas del edificio, que los miembros de seguridad no pudieron contener. De hecho, dos de ellos llegaron a caer al suelo en el momento en el que los manifestantes comenzaron a forzar las puertas de acceso a la escalera principal, lo que provocó la rotura de los cristales inferiores de las mismas. Fue en ese momento cuando se llegaron a escuchar diferentes avisos por parte de los propios bomberos advirtiendo al resto del colectivo de las consecuencias que podría desencadenar la entrada en la institución "al carecer de permiso para acceder al interior".

Con todo, la entrada a las dependencias culminó con la llegada de los bomberos a golpe de tambores y silbatos al salón de plenos minutos antes de que arrancase la sesión prevista para las doce de la mañana. Entonces se produjo un nuevo momento de tensión. En la sala se encontraba el diputado de Emergencias y alcalde de Cañada, Juan Molina, que fue objeto de las críticas del colectivo. Le acusaron de "sinvergüenza" y de "estar riéndose en la cara" de los profesionales. Hasta se llegaron a escuchar gritos de "ladrón". Y hubo bomberos que se encararon con Molina, que permanecía sentado en su escaño. Los efectivos del cuerpo de bomberos, incluso, también intentaron acceder al despacho de la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, que en esos momentos se encontraba reunida. Tras permanecer unos minutos en el hemiciclo, los trabajadores del colectivo de Emergencias abandonaron el edificio para continuar con la protesta a las puertas del palacio.

Con los ánimos un poco más calmados, el presidente de la Junta de Personal, Juan Penalva, explicó que la toma de la Diputación fue un "acto espontáneo, que no estaba previsto". Según explicó, tras lo sucedido no "queda más que asumir las consecuencias, no podemos hacer otra cosa". Unas repercusiones que "pueden acarrear una sanción de 6.000 euros, según nos han comentado los agentes de seguridad". Penalva insistió, por otra parte, en que la finalidad de esta protesta era la de alzar la voz "contra unos recortes y unas medidas de gestión perjudiciales", en aspectos como la "contratación de asesores, el uso que se hace de los coches asignados al Consorcio para fines personales y no laborales o el empeoramiento de las condiciones de trabajo".

La acción que vivió ayer la Diputación no es algo novedoso para esta institución. En la etapa de Julio de España, el Palacio Provincial ya registró, de igual manera, un acto de protesta en el que el colectivo de bomberos expresó sus reivindicaciones con una irrupción, entonces saldada sin incidentes, en las dependencias de la corporación.

Pastor no descarta adoptar medidas y califica la acción de "inadmisible"

La presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, calificó ayer de "inadmisible un asalto de este tipo a la institución". La dirigente provincial insistió en que este comportamiento "no toca en estos momentos" y lamentó que la irrupción al edificio haya afectado al personal de seguridad así como la rotura de varios cristales. Pastor explicó, además, que está a la espera de contar con un informe sobre lo sucedido para evaluar qué línea de actuación seguir y no descartó tomar otras medidas. De igual manera, sostuvo que las críticas de los bomberos "no son ajustadas" y que, en temas como la retirada del "helicóptero, fue la propia Junta de Personal del Consorcio la que calificó de innecesario seguir con la contratación" señalando que se podía hacer uso del aparato perteneciente a la Generalitat Valenciana. Por su parte, el diputado de Emergencias, Juan Molina, insistió en que no es "legítimo actuar de la manera en la que los bomberos lo hicieron ayer", ya que "la actitud debe ser siempre pacífica" e incidió en la ausencia de permiso para acceder al interior del edificio por parte del grupo de manifestantes.