Huertos ecológicos, socialización del material escolar, charlas multiculturales y pancartas y murales por la defensa de un barrio a través de la reconstrucción de un colegio, declarado en ruina técnica, fueron algunas de las actividades que ayer sacaron a la luz los padres de alumnos en diversos centros de la provincia. A modo de huelga a la japonesa para hacer visibles proyectos que se han puesto en marcha en los centros educativos con el esfuerzo personal y el respaldo del profesorado "a pesar de los recortes en la enseñanza", como señalaron.

En el colegio Azorín de Alicante pusieron en valor el huerto ecológico que "a pesar de las trabas de la inspección educativa" han conseguido poner en marcha desde la AMPA. Maribel Bernabé, miembro del colectivo, narraba ante los cientos de padres y alumnos que se reunieron en el salón de actos a escuchar el proyecto, que en un principio se les obligó a vacunar a todos los niños contra el tétanos. "En Sanidad nos dijeron que era más fácil que los niños tuvieran problemas con las canastas o las verjas de los colegios que con un huerto ecológico", se lamentaba.

Promesas

Además de fomentar la implicación de los alumnos con la naturaleza y los buenos hábitos, el huerto les permite practicar actividades agrícolas. Los padres desembolsaron 1.000 euros para poder montarlo.

En el colegio Palmeral transmiten al resto de centros su experiencia con el proyecto de socialización del material escolar, mientras Educación les adeuda el bono libro del curso pasado todavía. El Instituto Virgen del Remedio también expuso sus proyectos de multiculturalidad entre el alumnado para favorecer la integración de todos así como la utilidad social de la colaboración. Y desde las prefabricadas del Manjón Cervantes se desplazaron al antiguo colegio, en el corazón del barrio, para reclamar la reforma prometida.