Decenas de alumnos del colegio Maristas de Alicante vieron flotar algún que otro gusano entre la sopa que les sirvieron en el comedor escolar el lunes, motivo por el que la dirección del centro ha requerido un informe exhaustivo sobre lo sucedido a la empresa concesionaria del servicio de catering, Serunion Educa.

Los alumnos afectados, de primero y segundo curso de Secundaria, acudían al comedor en el último de los turnos del día que agrupa a un centenar de estudiantes -entre el millar que acude a diario al comedor-, sin que se hubiera advertido hasta el momento ninguna anomalía en los platos, como señalaron fuentes cercanas a la dirección del colegio. "Los responsables del centro están tan preocupados como los padres porque no es plato de gusto. Como el centro no sirve comidas, ha reclamado un informe sobre lo que ha podido suceder a la empresa de catering", indicaron.

La primera medida que adoptó el colegio, ante la algarabía que se formó entre el alumnado, fue la de "retirar los platos de sopa de inmediato. Eran apenas una decena los que protestaron", aseguraron.

En el colegio consideran, no obstante, que se trata de un "hecho puntual", aunque permanecen a la espera de que la empresa se pronuncie sobre lo sucedido.

Administrativos de esta firma que sirve comidas a varios colegios en el conjunto de la Comunidad, así como en el resto del país, lamentaron lo sucedido, aunque se remitieron a las explicaciones que puedan aportar los delegados de la empresa en el colegio de referencia, que ayer no respondieron a las llamadas de este diario.

No obstante, cuando sucede algo similar, como en una ocasión anterior en que se observaron insectos en una menestra congelada, antes de proceder a su descongelado en otro colegio al que sirve esta misma firma, se reclamó al proveedor de la comida sin que se hubiera llegado a servir el alimento.

Sin trascendencia

Tanto fuentes cercanas a la dirección del colegio concertado Maristas de Alicante, como la presidenta de la federación provincial de padres de centros concertados Escuela y Familia, Julia María Llopis, a su vez presidenta de la Confederación de padres de la Comunidad Valenciana, coincidieron en restar "trascendencia" a un hecho que asimismo consideraron "puntual". "Si se hubiera tratado de elementos ajenos, como un trozo de cristal, resultaría más peligroso, pero gusanos... No es la primera vez que alguien se encuentra algo así en algún bar o restaurante, pero ahora los chicos están muy concienciados sobre la higiene en las comidas, así que van con los ojos muy abiertos para todo". Llopis abunda que incluso la fecha de caducidad de los yogures es motivo de eliminar una comida por parte de los jóvenes actuales, "pero teniendo en cuenta que a los centros concertados nos adeudan dos cuatrimestres enteros de gastos de funcionamiento, que hayan visto algunos gusanos que pueden ser de la pasta no es trascendente", sugiere la representante de los padres.

Algunas de las familias cuyos hijos vieron gusanos en la sopa se lamentan de que el coste del comedor asciende en el colegio a unos 130 euros al mes, por lo que entienden que la calidad de la alimentación debe extremarse.

Desde la empresa de catering señalaron, en otra de sus delegaciones, que disponen de un departamento de calidad al que se remitirá lo sucedido para que informe al respecto, y también sugirieron que al haberse transportado la comida en termos, por carecer el colegio de cocina propia, quizá uno de estos recipientes portó los gusanos, ya que aproximadamente se alimenta a 25 alumnos con cada termo.