"¡Tomates, lechugas, recortes a la basura!". Las aflautadas voces de los escolares más pequeños por las calles de Alicante y Elche, acompañados por sus padres y pancarta en mano, cerraron ayer por la tarde la semana de lucha convocada por el Sindicato de Estudiantes en contra de los recortes en la enseñanza. Casi 2.000 personas en la capital y cerca de un millar en Elche, pusieron el broche a una jornada que se caracterizó por la masiva ausencia de estudiantes en las aulas de los institutos, al sumarse el 80% de la totalidad de los alumnos de Secundaria, incluidos los de primer y segundo curso que no tienen derecho a la huelga y que requerían el expreso deseo de sus padres, así como de numerosos colegios en el conjunto de la provincia.

La Confederación de padres Gonzalo Anaya cifró el seguimiento global de la huelga por parte de los alumnos en un 75% y Educación lo rebajó al 21%, poniendo el acento en la "responsabilidad" de aquellas familias que no habían secundado los paros. "Los padres queríamos estar aquí, aunque no queramos que los chicos pierdan clase", aclaraba Joaquín García, de la Fapa Gabriel Miró, desde la cabecera de la manifestación en Alicante y rodeado de las voces de escolares de Primaria que se habían desplazado en autobús con sus padres desde Benidorm, Alfaz del Pi, Altea y Petrer.

Numerosas asociaciones de padres respaldaron la huelga el día de ayer para reclamar que se acaben los recortes en la enseñanza, y los directores consultados coincidieron en señalar que la ausencia de alumnos resultó significativa, por lo que serán los propios padres quienes deberán justificar la falta de sus hijos. "La educación es demasiado importante para dejarla en manos de los políticos", criticaba el cartel de la asociación de madres de La Algueña, a la que seguía la federación de padres Pacó Mollá de Petrer, con sus camisetas verdes por una escuela pública de calidad. Las camisetas blancas de las mamás de Benidorm tenían los mensajes a mano, con rotulador: "Wert-güenza", en alusión al ministro de Educación, o "si me quieres, no me recortes".

"En peligro"

Esteban Guerrero, representante del sindicato de Estudiantes que solicitó la manifestación, advertía que "lo importante es que esto no pare, porque los recortes van a ir a más y sólo nosotros los podemos parar". Colegios de San Vicente, de San Gabriel y Voramar de Alicante, y los institutos Cavanilles, Jaume II y Cabo Huertas, de Alicnte, se significaron en la marcha con sus pancartas y chalecos: "Que se corten el sueldo los políticos; es más fácil gobernar a disciplinados ignorantes", decían.

En la manifestación de Elche se evidenció la preocupación por la situación actual. Los manifestantes portaban carteles con consignas tales como "Recortar en Educación no es solución", "El que no se atreve a ser inteligente se hace político" o "Corruptos, ladrones, ¿qué será de nuestros jóvenes?", en una movilización pacífica, pero que provocó problemas de circulación en el centro.

Laureano Berbel, maestro del colegio Ausias March, denunciaba que en su centro "hay familias perjudicadas seriamente que no tienen dinero para comedor o libros por los recortes de becas". Otro manifestante, David Penalva, alumno del IES La Torreta, criticaba que se recorte en lo público y se tienda a la privatización. Por su parte, María Eugenia Agostinello, madre del colegio Jaime Balmes, acompañada de sus pequeños, afirmaba que se manifestaba "para que mis hijos sepan que la educación de ellos está en peligro", al tiempo que reclamaba que "la educación vaya en aumento y no en disminución".

La Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública en Elche valoró muy positivamente la participación de las familias en esta primera movilización general.

Tensión en Valencia con un detenido ya liberado

En Valencia 2.000 estudiantes prolongaron la manifestación de la mañana contra los recortes educativos durante cinco horas y hubo "momentos de tensión" en los campus de la Universitat y la Politécnica porque quemaron dos contenedores cortando media hora la circulación de un tranvía y provocando seis kilómetros de retenciones. La policía detuvo a un joven por impedir el paso de un ambulancia al Clínico durante las protestas. Se le tomó declaración y fue puesto en libertad. De punta a punta de la ciudad fueron a la casa de la alcaldesa, realizaron una sentada en el Tribunal Superior de Justicia donde declaraba el exconseller Blasco y gritaron: "El dinero de Blasco para la educación"; llegaron al Palau de la Generalitat y clamaron "Esto nos pasa con un Gobierno facha", y de allí a la sede el PP, donde reclamaron la dimisión del ministro Wert. Cortaron el tráfico en Fernando el Católico, fueron al instituto Lluís Vives, y a la Delegación del Gobierno.