El discurso del portavoz socialista Miguel Ull en el primer debate de la ciudad alimentó los desencuentros dentro del grupo municipal socialista, tanto por el contenido -ediles socialistas lo califican de débil, falto de propuestas y poco beligerante con los escándalos de corrupción- como por su elaboración y los ideólogos del mismo. Después de las tensiones de los primeros momentos y tras dejar una semana de por medio para tratar de calmar las aguas dentro del grupo, los ediles decidieron reunirse esta semana para hacer autocrítica y no faltaron los reproches. Varios ediles calificaron el discurso de poco beligerante con la corrupción, flojo y falto de propuestas concretas y los más díscolos cuestionaron que las palabras de Ull estuvieran dirigidas desde la ejecutiva sin buscar consenso dentro del grupo municipal.

Hubo concejales que recriminaron no haber participado y conocido el contenido de la intervención con anterioridad y, según diversas fuentes, presentes en la reunión, el propio portavoz admitió haberse sentido incómodo con un discurso que no había elaborado, si bien a preguntas de este diario Ull aseguró que en la confección de su intervención "participamos varias personas". Ull admitió las debilidades de su intervención en cuanto "a la estructura, el contenido y la extensión", sobre todo "porque era demasiado abundante y faltó tiempo". En su ejercicio de autocrítica reconoció: "No brillamos como deberíamos haberlo hecho".

Varios ediles reprocharon durante la reunión que la intervención del PSOE en el primer debate del estado de la ciudad fue una oportunidad perdida. La guerra abierta entre las familias socialistas que hace algo más de un mes se saldó con la dimisión de Elena Martín como portavoz y la renovación de la cúpula del grupo municipal, poniendo al frente a Ull, afín al grupo de Ángel Franco. El nombre del exsenador, quien durante el debate de la ciudad supervisó la intervención de Ull con el discurso camuflado en un periódico, salió a relucir en la reunión. Y es que entre varios de los ediles es palpable el malestar por las continuas demostraciones de poder de Ángel Franco dentro del grupo municipal, por el que se deja caer prácticamente a diario. Las tensiones dentro del grupo no se apagaron con la reunión. Hubo concejales que criticaron que no se hubiera acudido a la reunión de la coordinadora de asociaciones de vecinos de las partidas rurales, pese a haber confirmado la asistencia.

Tasas a los bancos

La propuesta presentada ayer por el secretario general de los socialistas alicantinos, Gabriel Echávarri, de cobrar a los bancos una tasa municipal de 2.000 euros al año a los bancos por los cajeros automáticos también despertó resquemores entre quienes criticaron el desconocimiento evidenciado, ya que está contemplado en la ordenanza. Tras la rueda de prensa, los socialistas matizaron en un comunicado que la cantidad actual de la tasa resulta "irrisoria" por ser de 100 euros al año, planteaban elevarla a 2.000 euros y destinar los 350.000 euros que calculan que se recaudarían a microcréditos para emprendedores.