La primera inyección del fondo de rescate del Gobierno, que la Generalitat espera recibir como muy tarde dentro de diez días, se quedará lejos de cubrir las necesidades del Ejecutivo autonómico, acorralado por decenas de colectivos que claman por el impago de sus deudas. El Consell tiene asumido que, de momento, sólo recibirá unos 2.900 millones, un 64% de los 4.500 millones que precisaría para cubrir todos sus vencimientos, colocar la deuda autorizada y pagar conciertos, farmacia, dependencia y a los ayuntamientos.

El Estado ha trasladado a las comunidades que inicialmente se va a repartir sólo el 60% de los 18.000 millones con que se dotó el Fondo de Liquidez Autonómica y que la prioridad es afrontar los vencimientos de deuda y cubrir la deuda autorizada. En el caso de la Comunidad, ambos conceptos suman algo más de 2.900 millones, de los que más 1.500 corresponden a los préstamos previstos para cubrir el déficit del 1,5% y el resto, a los vencimientos.

La cifra queda por debajo de los 4.500 millones de los que habló el Consell, que incluyen los citados 2.900-3.000 millones que se cobrarán ya, otros 500 de endeudamiento autorizado de 2011 y para cubrir la devolución de las liquidaciones negativas de 2008 y 2009, y mil millones para atender todas las obligaciones con los proveedores que no entraron en el primer plan de pagos. La inyección será un salvavidas pero si el Consell no ingresa el resto, vía FLA o colocando su deuda en los mercados, a la vuelta de noviembre su situación financiera volverá a ser desesperada.

2.500 millones por pagar

El Gobierno ha comunicado que el restante 40% del Fondo de Liquidez se repartirá entre las comunidades que lo soliciten. A 30 de septiembre, el Consell tiene facturas pendientes de pago por 2.500 millones, aunque mil son transferencias a las propias empresas públicas, un dinero que no tendrá que abonar realmente porque corresponde a facturas que ya entraron en el Plan de Pagos.

Con todo, los fondos no han llegado antes porque el Consell no cursó hasta hace dos semanas al Gobierno la solicitud formal de "rescate", un trámite que sí hizo Cataluña, de ahí que ya el pasado viernes el Consejo de Ministros autorizó la primera remesa a cuenta del FLA. Paradójicamente, el Consell fue el primero en anunciar que se acogía al fondo, en julio pasado, lo que colocó sus finanzas en el punto de mira. Ante la escandalera, el Consell congeló la petición.

El consell de Hacienda, José Manuel Vela, quien ayer respondió en las Cortes a una interpelación del socialista Julián López sobre el FLA, recordó que este fondo establece una prelación en los pagos: Primero, los intereses; luego, las deudas con administraciones, entre ellas, los ayuntamientos; y finalmente, con la misma prioridad, farmacia, dependencia y conciertos de sanidad y educación. Los proveedores de servicios e inversiones, que entraron en el Plan de Pagos de 4.300 millones de euros, ahora se sitúan a cola.

Durante el debate el socialista López advirtió que el fondo no es "un regalo", sino deuda, de forma que "hipotecará a la Generalitat a partir de 2014, cuando habrá que devolver lo recibido por el FLA y por el Plan de Pagos.

Císcar niega un posible

desabastecimiento en las farmacias

El vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, aseguró ayer que la Conselleria de Sanidad ofrece garantías de que "no habrá desabastecimiento de medicamentos en las farmacias de la Comunidad". Una afirmación que choca con las advertencias de la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, Maria Teresa Guardiola, quien avisó hace unos días de que o cobran antes de que finalice octubre o se producirá un desabastecimiento, ya que "no les queda más dinero para poder comprar ni un medicamento más". Císcar adelantó que una parte del fondo de liquidez autonómico (FLA) se destinará a saldar la deuda adquirida con este colectivo. "Este viernes el Consejo de Ministros puede ir la aprobación de un anticipo que nos permitiría poder saldar estas cantidades". E.P.