Con motivo de la celebración del Día del Docente, el sindicato de CC OO dio a conocer ayer un informe según el cual los estudiantes de la provincia han estado 48.000 horas sin clase después de un mes de curso, con mayor incidencia (el 60%) en Secundaria, por la tardanza de Educación en cubrir más de un centenar de bajas. Frente a los datos aportados por el departamento que dirige Catalá, que asegura haber contratado a más interinos de los que perdieron el trabajo en julio, los delegados de CC OO sostienen que es "una mentira indigna de una consellera de Educación. Nadie se inventa los alumnos que están sin su profesor hasta el punto de tener que pedir por caridad que sustituyan una baja después de tres meses para que su hija tenga clase", precisó Francisco García, de l'Alacantí-Les Marines.

Educación insiste en que se cubren las bajas a los diez días lectivos, tanto si son de larga duración como por jubilación, y en que el 60% de las adjudicaciones en septiembre en toda la Comunidad han correspondido a la provincia.

"Horas sobrantes"

"Todos los departamentos tienen horas suficientes y los profesores con horas sobrantes pueden hacerse cargo temporalmente de las bajas", puntualizan fuentes de Educación. "La conselleria está dando respuesta a todas las necesidades de personal que comunican los centros", insisten.

En colegios e instituto lo niegan: "Se incumple la limitación de sustituir a partir del día 10 de baja", con ejemplos concretos como los que recogió este diario en su edición de ayer. "En la Comunidad se alarga un mes basándose en criterios economicistas", protestan en CC OO, que prepara una denuncia al Síndic de Greuges por "la vulneración de los derechos fundamentales de padres, alumnos y profesores como consecuencia de la nula planificación y los recortes este curso". Para colmo, ayer se suspendió la adjudicación semanal en Alicante y su traslado al día 11 prolonga hasta el día 16, una semana más, la reposición de bajas que faltan.

Mientras FETE-UGT pedía al Consell que defienda el sistema educativo "y no lo destruya", Catalá, anunciaba dos premios a la trayectoria de un jubilado y a la labor social de un profesor.