De número ocho en la lista municipal del PSOE a portavoz del grupo, ¿lo imaginó?

Estas cosas nunca se prevén, pero asumo la responsabilidad que el partido ha decidido con honor y con satisfacción. Trabajaré duramente para hacer una oposición responsable y constructiva.

Su nombramiento viene precedido de los cambios en la Ejecutiva local y del conflicto abierto para modificar la cúpula del grupo municipal, ¿qué le parece le parece la forma en la que ha llegado a la portavocía?

Independientemente de que pueda haber diferentes posicionamientos, todos fuimos en la lista y hay que trabajar en la misma línea para convencer a los ciudadanos de que nuestros postulados son mejores que los del PP.

Elena Martín encabezó la candidatura que concurrió a las elecciones en 2011, ¿ve lógica su renuncia?

La dirección del partido marca las directrices políticas y estamos en una etapa diferente. Afortunadamente, ahora hay una dirección con criterio para actuar de una forma o de otra y, en este caso, ha contado con el consenso provincial y nacional para proponer los cambios en el grupo municipal. En esta problemática, quien ha mostrado sensatez y sentido común son las ejecutivas local, provincial y nacional.

¿Cree que Martín debería dejar su acta de concejal?

Eso es un problema de ella.

¿Le hubiera gustado otra solución para el pulso abierto entre el grupo y el partido?

Se ofreció. Se propuso mantener a la portavoz y cambiar al adjunto, pero no se aceptó.

¿Prefería esa salida al conflicto?

Hubiera sido distinta.

¿Qué opina de la labor de la anterior portavoz?

De Elena Martín puedo decir que es una persona relativamente joven y dueña de su futuro. El futuro nos lo labramos nosotros. Mi larga trayectoria vital está llena de contenido, tanto profesional como político. Ahora el destino ha hecho que me premien con esta responsabilidad.

¿Qué no le gusta de la gestión de su predecesora?

Es una etapa posterior y me interesa hablar de presente y futuros.

¿Qué va a mejorar usted dentro del principal grupo de la oposición?

Vamos a intentar hacer una oposición basada en la responsabilidad, los aspectos constructivos y siempre pensando dónde está la dirección política. Alicante es una ciudad que carece de un proyecto global y se está haciendo poco por el empleo. Ese será uno de nuestros principales planteamientos. En la nueva etapa, la oposición tiene que hablar y consensuar con el equipo de gobierno. Aunque haya diferencias de base, se pueden alcanzar consensos en beneficio de los intereses de los ciudadanos.

La media de los portavoces socialistas en el Ayuntamiento de Alicante es de 14 meses, ¿espera superar ese plazo y acabar el mandato al frente del grupo municipal?

Creo firmemente que sí. Mi voluntad es ir preparando el terreno para quien el partido designe como cabeza de lista y estoy convencido de que en 2015 habrá alcalde socialista.

¿Le gustaría serlo?

No me lo planteo, pero a nadie le amarga un dulce.

La imagen que viene dado el PSOE es de continua confrontación y de que las desavenencias no tienen solución, ¿cuál es el problema?

El partido socialista, tradicionalmente, siempre ha estado abierto a la crítica y a las opiniones personales. Por eso, las pequeñas turbulencias y discrepancias siempre se notan más que en otros partidos donde impera el ordeno y mando. Es cierto que el PSOE en Alicante ha pasado por vicisitudes que han hecho que hayamos estado en esta situación de inestabilidad, pero confío que nos estabilicemos a partir de ahora.

Hay quien opina que la lacra socialista es que ostentan el poder los mismos que hace décadas...

No me parece correcto. El partido está en manos de quien los militantes quieren. En este partido no funcionan los poderes fácticos sino el voto de los militantes.

Tres concejales se abstuvieron al votar su designación como portavoz, ¿qué le parece?

Hubiese preferido que no hubiese habido ninguna. Hay casos, como el de Ana Paula Cid, que forma parte de la ejecutiva nacional del PSPV, resulta chocante.

¿Cree que es un reflejo de las hostilidades que se pueden dar en el grupo municipal con el cambio?

Creo que no. Que el grupo asumirá la nueva dirección del partido trabajando en la misma dirección. Somos del mismo partido, de la misma candidatura y del mismo grupo.

En las últimas semanas, se han evidenciado las diferentes posturas entre el partido y el grupo en temas como la llegada de basuras de fuera, ¿qué votará cuando la polémica vuelva al pleno?

Esas diferencias de criterio se volverán a tener en cuenta y se valorará la dirección política del partido, que es el que marca la directriz. Previamente a que llegue al pleno se valorará con el partido. La relación va a ser estrecha y continua.

Podría llevar al grupo municipal a contradecirse en el asunto de las basuras...

No. No lo creo.

La redistribución de dedicaciones exclusivas puede forzar la marcha de algún concejal, como Pablo Rosser. ¿Es consciente?

Puede ocurrir. Soy consciente. Forma parte de la nueva etapa. Igual que al principio la portavoz decidió unas dedicaciones ahora puede haber variación.

¿Cuál va a ser la postura del grupo frente a los escándalos de corrupción?

Nos atendremos a lo que la justicia diga. Estamos en contra de la corrupción y del clientelismo. Lo lógico sería que la alcaldesa, Sonia Castedo, dimitiera y podemos pedirlo, pero es una decisión personal.