El reparto de las cuatro dedicaciones de las que dispone el grupo municipal socialista para sus ocho concejales deja con un pie fuera del principal grupo de la oposición en el Ayuntamiento de Alicante al edil Pablo Rosser, que se podría ver forzado a dejar su acta para poder regresar a su puesto de funcionario por ser incompatible. También quedará fuera el hasta ayer número dos del grupo, Gabriel Moreno. Se salva de la "quema" Alejandro Parodi, que mantendrá su sueldo después de sumarse a la decisión ya anunciada el viernes por este periódico de la exportavoz, Elena Martín, de apoyar con su voto los cambios forzados por la ejecutiva socialista en la cúpula del grupo municipal. La nueva dirección, con Miguel Ull como portavoz, Manuel Marín de adjunto y Loles Fernández de secretaria obtuvo, por tanto, cinco votos, frente a la abstención de los citados Rosser y Moreno pero también de Ana Paula Cid, que se pone en una situación muy complicada: ocupa una secretaría en la ejecutiva de Ximo Puig y está liberada en la Diputación Provincial.

Después de que Miguel Ull comunicara que "en principio" continuará percibiendo su pensión y no se acogerá a la opción de cobrar el sueldo municipal, hay cuatro dedicaciones exclusivas a repartir. Hasta ahora disponían de ellas Elena Martín, Gabriel Moreno, Pablo Rosser y Alejandro Parodi. Sin embargo, con los cambios en la cúpula del grupo municipal, la propuesta que el partido llevará a la reunión convocada para mañana, según explicaron fuentes socialistas, contempla que Manuel Marín y Loles Fernández pasen a tener sueldo. Aunque tanto Elena Martín como el citado Parodi niegan un pacto por conservar el suyo, la propuesta del partido pasará porque tanto la exportavoz, decisión también adelantada por este periódico, como el edil -cuyos votos han sido claves para visualizar el resultado de la votación de ayer en el grupo municipal- mantengan sus retribuciones. Quedarían fuera Gabriel Moreno y Pablo Rosser, puesto que Ana Paula Cid seguirá ingresando como diputada provincial. Y eso que, en su caso, la decisión de abstenerse en la votación de la nueva directiva ha sentado especialmente mal en el seno del partido por su condición de dirigente del PSPV. De hecho, Ximo Puig, durante un acto en Valencia, dio su visto bueno a la distribución del grupo de ediles y ofreció su apoyo incondicional al diputado Gabriel Echávarri. "Es mi solución", vino a decir Puig.

Para Pablo Rosser, la situación es muy complicada. Quedarse sin sueldo por su actividad política supondría tener que volver a su puesto de funcionario en el Ayuntamiento de Alicante para poder disponer de una remuneración a fin de mes y, por extensión, renunciar a su acta de concejal por incompatibilidad. De concretarse su salida, la lista correría para que María José Adsuar, regidora en el anterior mandato y afín a la dirección que encabeza Gabriel Echávarri, entrara a formar parte del grupo municipal. Aunque era previsible que los concejales que respaldaban a Elena Martín y mantenían un pulso con el partido para tratar de frenar los cambios no dieran su voto favorable a Miguel Ull, las tres abstenciones sentaron muy mal en las filas socialistas.

Tras presentar en sociedad al nuevo equipo directivo del grupo municipal en una comparecencia pública celebrada por la tarde sin la presencia de la mayoría de ediles -sólo asistieron los tres que conforman la nueva cúpula en el consistorio alicantino-, el secretario general del PSOE en Alicante, Gabriel Echávarri, no tardó en lanzarles una advertencia: "No voy a permitir grupos mixtos dentro del grupo municipal socialista". Defendió que el vuelco en la dirección del grupo de concejales es fruto de los cambios en la ejecutiva local, batalla en la que Gabriel Echávarri se impuso, con el apoyo de la mayoría de las familias socialistas, a Gabriel Moreno.

"Son unos cambios basados en la normalidad democrática y no van contra nadie", dijo Echávarri, quien incidió en que "el grupo es el brazo ejecutor de la dirección local, que es la que marca las decisiones políticas". Al respecto, incidió en que "no habrá cambios sustanciales en la línea estratégica de los concejales" y consideró que la guerra abierta "no afectará" al partido porque "dentro de un mes la gente hablará del trabajo que estamos haciendo". En su primera comparecencia pública como portavoz, Miguel Ull, se comprometió a trabajar "con ahínco y sin descanso" y anunció otra convocatoria mañana del grupo de ediles para las dedicaciones exclusivas y las competencias. Ahora, los concejales socialistas deben elevar un acta, firmada por todos, para oficializar los cambios ante el pleno municipal.