Y mientras Alicante espera el nuevo proyecto del Plan Bahía, el túnel bajo la Serra Grossa para facilitar el aumento de frecuencias del tranvía sigue esperando que la Conselleria de Infraestructuras recupere el músculo económico. Cinco meses han pasado ya desde que la constructora que se adjudicó la ejecución de la variante de la Linea 1 en la Albufereta (Finca Adoc) acabara, tras diecisiete meses de trabajos, la excavación del túnel de 1.400 metros que atraviesa la sierra de San Julián (parte de la Grossa frente al mar) conectando el apeadero de Sangueta con la Albufereta.

Una obra complicada, extraordinaria por su calidad de ejecución e hito arquitectónico de Alicante, al convertirse en el túnel más largo del tranvía. Sin embargo, a la ejecución del proyecto también le han llegado los recortes y nadie sabe cuando se podrá terminar. Retraso que impide ampliar las frecuencias del tranvía entre Alicante, Playa de San Juan y El Campello, y los trenes hacia Benidorm, una de las asignaturas pendientes de Ferrocarriles de la Generalitat.

El proyecto comenzó a ejecutarse en el verano de 2010 con un presupuesto de 36 millones de euros y hasta ahora había cumplido los plazos, pero el ajuste presupuestario también le pasa factura. No afecta al servicio tranviario pero frena su mejora. Como mínimo un año de retraso, ya que una vez culminada la excavación del túnel, del que se extrajeron 98.000 metros cúbicos (147.000 toneladas de tierra, roca y arenas), falta revestirlo de hormigón antes de comenzar la instalación de vías, catenaria y electrificación.

La construcción de la variante del tranvía tiene una importancia capital para el desarrollo de este sistema de transporte público ecológico y, además, resulta clave para la ejecución del Plan Bahía. Cuando los tranvías y los trenes circulen por el túnel con doble vía se podrá ampliar el servicio y, además, terminar el paseo marítimo y las zonas lúdicas que ocupa hoy el corredor tranviario.