Una semana después de que comenzara el curso para los alumnos de Infantil y Primaria, la aplicación de los recortes desemboca esta mañana en sendas movilizaciones protagonizadas por familias directamente afectadas por la falta de unos servicios escolares de los que disponían el curso pasado.

En el colegio Nuestra Señora de la Paz, en el barrio de Virgen del Remedio, la AMPA ha decidido boicotear las clases esta mañana con una protesta a las puertas del centro para dar a conocer las serias dificultades económicas por las que atraviesan numerosos padres a consecuencia de la falta de becas de comedor o para comprar los libros de texto.

"Hemos acordado que nuestros hijos no entren en las primeras horas de clase porque se trata de un colegio con alumnos muy humildes. Hay muchos padres en el paro y las ayudas para el comedor y para los libros de texto no han llegado, con el agravante de que no creemos que este curso lleguen en ningún momento", explica la presidenta del colectivo de padres, Juani Ranchal. "Los recortes hacen mucho daño a estas familias y queremos dar a conocer públicamente lo que estamos pasando, porque no podemos ni siquiera comprar los libros para nuestros hijos", añade.

Pitada

Miembros de la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública acompañarán a los padres del colegio Nuestra Señora La Paz con una "gran pitada" a las puertas del centro, además de respaldar la marcha a pie que han organizado también esta mañana los vecinos de las partidas de Fontcalent, l'Alcoraya y Verdegás, cuyos hijos acudían a clase en autobús hasta ayer en el colegio de La Cañada del Fenollar. Edcuación ha reducido las plazas de 160 a 30.

"La empresa nos ha venido advirtiendo toda la semana que debía suprimir el servicio por orden de Educación, pero que lo mantenía hasta ayer para perjudicar los menos posible a los alumnos", indican desde el centro. La distancia a los domicilios no supera los tres kilómetros pero la mitad del trayecto la tienen que hacer por carreteras sin arcén.

La conselleria adeuda el transporte desde abril

Empresas de transporte escolar consultadas por este diario lamentan la situación que sufren este curso porque están obligados a pasar de largo por paradas en las que se detenían el curso pasado y dejar sin viaje a numerosos escolares. "Han reducido las plazas contratadas y las rutas, y vemos casos en que la madre trabaja y el padre está en silla de ruedas sin que el hijo pueda subir al autobús porque su casa dista 2.600 metros del colegio". Varias compañías aseguraron a este diario que Educación no les ha pagado el servicio desde el mes de abril. V. B.