Este curso universitario es el más apretado de todos los tiempos, tanto por el recorte de sueldos docentes -tema que cayó ayer en la prueba de Castellano a los más de 1.600 alumnos de selectividad- como por la organización académica, porque las pruebas de acceso deberán acabar en julio.

La prueba de Castellano de los exámenes de selectividad supuso ayer un espaldarazo para el profesorado, que se siente vapuleado y denigrado por los recortes en la enseñanza, sueldo incluido. El artículo de Ángeles Caso sobre "El cuerpo" que sirvió para el análisis de texto diferenciaba entre las cifras astronómicas que cobran las modelos y lo que reciben los profesores: "Funcionarios co sueldos mediocres y sometidos a los recortes", por la escasa valoración de la inteligencia frente al físico.

Los alumnos salían encantados de la primera de las pruebas porque el tema les resultaba fácil. "No hay derecho a que se quite dinero de la educación o de la sanidad, eso no debería tocarse", abundaba una de las alumnas del IES Jorge Juan de Alicante, muy concienciada.

Los más de 1.600 estudiantes que se examinan en las Universidad de Alicante y Elche no estaban nerviosos. Es la segunda vez que se presentan y ya tienen asumido que no entrarán en su carrera preferida, aunque sólo en Alicante disponen de más de 1.200 plazas para los 800 que se examinan. Los módulos de Formación Profesional son su objetivo para no pasar un año en blanco pero a la espera de terminar entrando en el grado de sus sueños. "Si después hay que salir fuera para trabajar pues se va, pero al menos habiendo estudiado lo que te gusta", decía Irene en Alicante.

La que se celebra hasta el jueves en los aularios es la última prueba de septiembre porque ha cambiado el calendario académico y los exámenes de acceso se harán en junio y en julio. Los profesores tendrán que apretar la organización del curso como han hecho con el sueldo y acabarlo todo antes de agosto, notas incluidas, según advierte Rafael Chinchilla, director de Acceso en la UA. La comunidad universitaria opina en general que volver a examinarse en apenas tres semanas tras suspender la primera convocatoria será beneficioso. Creen que tener más recientes los errores o contenidos de todo el curso será de más ayuda que todo un verano en el que se "suele remolonear". Era la opinión también de María Jesús Torregrosa del IES Cayetano Sempere de Elche, mientras Lorena Coves, del IES Tirant Lo Blanc, prefiere más tiempo para prepararlo. La UMH acogió a dos personas invidentes.