Admitir tantos alumnos como sea posible en las aulas de Bachillerato y de Formación Profesional. Esta es la solución que ayer puso en marcha la inspección educativa para desbloquear la matrícula y admitir algunos alumnos más entre los más de 2.000 que esperan una plaza en determinados Bachilleratos y ciclos de FP.

A los directores de institutos de Secundaria, que a dos días del comienzo del curso estaban a la espera de ampliar algún grupo de alumnos por la demanda de matrícula, no les queda otro remedio que subir la ratio. "Los centros ya están llenos, de ahí que pidiéramos más grupos, pero esta mañana -por ayer- la inspección nos ha confirmado que no sacarán más grupos y que hay que forzar la ratio para tratar de escolarizar el mayor número posible de estudiantes", concretó en nombre del colectivo la portavoz provincial, Laura Oliva.

Los profesores lamentan que esta decisión, frente a las promesas de la consellera María José Catalá de que habría más grupos en función de la demanda, circunscribe la enseñanza en Secundaria a la posibilidad de atender hasta 42 alumnos por aula en tan solo 55 minutos de clase y que, incluso, se tenga que incluir algunos alumnos más para que no se queden sin matrícula. "El que tenga algún tipo de dificultades no recibirá la atención adecuada y sólo los linces podrán seguir adelante", suscribe Oliva

Sin transporte

Los estudiantes de la Enseñanza Secundaria Obligatoria, ESO, en los cursos desde primero a cuarto, también sufren el recorte de las rutas de transporte por la medición en línea recta de la distancia desde el domicilio al centro. La portavoz de los directores alerta, tras haberlo experimentado personalmente, de que recorrer tres kilómetros a buen paso implica de 30 a 40 minutos, "pero al paso de los adolescentes pueden ser diez minutos más. La primera de las consecuencias será el retraso en llegar a clase y un goteo de alumnos desde las partidas y urbanizaciones. El recorte tanto en profesores, como en libros y en transporte va a perjudicar muy seriamente a nuestros estudiantes".

Además, se puede dar la circunstancia de que un alumno que viva en un chalé a cuatro kilómetros del centro disponga de transporté pero otro con menos posibilidades económicas y a tres kilómetros, no. "Es un error que se concedan las becas de transporte en función de la distancia y el número de alumnos y no por renta. En la enseñanza pública somos partidarios de que todo el que no tenga medios pueda contar con libros y transporte, y el que los tenga que los pague, vaya al centro que vaya, concertado o no".

Profesores de instituto abundan que el curso arranca mañana con los problemas de años anteriores "agudizados" y Oliva concluye que es preciso un "plan de choque de formación" para los jóvenes entre 18 y 29 años. El presidente del sindicato ANPE apunta por su parte que la propia OCDE alerta sobre el impacto social de los recortes en la enseñanza y que habría que poner en valor la FP.

Catalá contratará mensajeros para el intercambio de libros

La plataforma on line anunciada por el presidente Fabra para favorecer el intercambio de libros de texto entre las familias no podrá estar operativa este curso porque arrancará en mayo de 2003, según confirmó ayer la consellera. En cuanto a las cuestiones que quedaron en el aire sobre este sistema, Catalá concretó que se contratará a mensajeros para que lleven a la práctica el intercambio de los libros: "Se realizará por servicio de mensajería. Se desplazará hasta la familia donante del libro y lo llevará al domicilio de la solicitante", especificó. AVACU, la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios, se congratulaba ayer de la decisión del Consell de crear la web para intercambiar los libros incluso entre provincias: "El 48% de las familias consultadas afirma que la partida que le supone un mayor desembolso es, precisamente, la adquisición de libros". Pese a estas buenas intenciones en propiciar el ahorro de parte del material escolar que este curso se ha puesto por las nubes al subir el impuesto desde un 4% a un 21%, la portavoz de los directores de institutos advierte de que el intercambio de los libros no es ninguna novedad, que se viene realizando a iniciativa de las familias y profesores desde hace años, y que lo que no debía haberse producido es un recorte en las becas "porque solo este curso más del 20% de los estudiantes de los institutos llegarán sin libros, como hemos podido constatar y pese a los bancos de libros, "lo que incidirá en los niveles de fracaso escolar sin que la señora Catalá haya pagado todavía las becas del curso pasado a estas familias. Lo que debe hacer como responsable político es hacer frente a los pagos". V. B.