Inspección de Trabajo entregó ayer a Radio Televisión Valenciana y a los representantes de los trabajadores un informe sobre el ERE que liquidará 1.198 empleos en el que, con formas exquisitas y contundencia entre líneas, censura parte de la ejecutoria y de los criterios que se están aplicando para amortizar plazas. En el documento, Trabajo pone objeciones sobre el cómo se llevará a cabo y cuestiona que RTVV otorgue poca relevancia al hecho de haber aprobado unas oposiciones como criterio para confeccionar la lista de los 480 que se salvarán de la escabechina. Además, denuncia la decisión de la empresa de reservarse los nombres de los afectados e ir informando al tiempo que envía las cartas de despido, por lo que exige que se evite lo que Intersindical Valenciana cataloga como "tortura psicológica".