Mañana, lunes, los centros educativos abren sus puertas (aún sin clases para los alumnos) en un ambiente de crispación que supera en mucho al de años anteriores, debido a la oleada de recortes que la Conselleria de Educación parece haber decidido aplicar para este curso 2012-2013, que comienza oficialmente el próximo viernes, día 7, en los colegios, y el 14 en los institutos.

Los barracones, hacer malabarismos con las declaraciones de la renta para solicitar beca, empadronarse en tal o cual lugar para escoger centro o la falta de calefacción en los colegios parecen haber pasado a un segundo plano ante los nuevos frentes que se han abierto. Ahora, los temas de debate en el hogar, y también fuera de él, pasan por adivinar si se entra en el reducido grupo de afortunados que podrá tener ayuda de comedor, libros o transporte, si el pequeño va a comer todo el curso gracias a la fiambrera o si en su clase va a caber la atención personalizada con posibles aulas de hasta 36 niños.

Asediados por todos los lados. Así arrancan los centros educativos de la provincia de Alicante, que siguen cobrando con demasiado retraso para hacer frente a los gastos de funcionamiento; así se sienten los profesores, que mañana regresan a sus centros de trabajo, donde les espera menos salario y más horas de trabajo; y así lo piensan los progenitores, con unos gastos escolares que no paran de subir mientras las ayudas, aseguran, caen en picado.

Laura Oliva, portavoz de los directores de institutos de la provincia, explica que "el principio de curso se presenta complicado porque la escolarización no se va a parecer en nada a la del año pasado". La portavoz de los IES recuerda que va a haber problemas con el transporte escolar, en los comedores, en las aulas con las ratios más elevadas y además con menor número de profesores. "El primer problema con el que se van a encontrar las familia son los libros y, además, algunos centros educativos están en números rojos en sus cuentas porque la Generalitat no paga", advierte Oliva.

A su modo de ver, este arranque de las clases "no se presenta nada favorable. No me gusta ser catastrofista, pero las autoridades educativas están para algo y puesto que la Generalitat tiene las competencias en Educación debería aminorar el impacto que se le exige desde el Gobierno central".

Ginés Pérez, portavoz de los directores de colegios públicos de la provincia, considera, por su parte, que la mayoría de los docentes va a terminar por responder a las "propuestas" de los sindicatos. El cierre del curso pasado fue caótico en cuanto a convocatorias y a las nuevas legislaciones. La presión sobre los equipos directivos es excesiva y desmesurada y creo que habrá una respuesta", expresa, al tiempo que comparte la opinión de que el nuevo curso no va a ser nada fácil.

Ignacio Amorós, del sindicato STEPV, entiende también que "va a ser un arranque de curso muy calentito", como así lo califica, debido a las becas de libros reducidas, la polémica de las fiambreras, la supresión de más de 2.000 plazas de profesores de Secundaria y, además, por culminar el ejercicio académico en julio sin cerrar muchas plazas para el nuevo curso.

"Deterioro"

Amorós recuerda que los padres están concienciados y saben lo que se les viene encima con tanto recorte, dentro de un "panorama general bastante deteriorado social y económicamente hablando". A su entender "como sociedad tenemos algo que decir" ante tanto tijeretazo. El sindicalista reivindica que el Gobierno central "no sea sólo sensible a los mercados y a lo que diga Europa, sino que sea sensible a los servicios básicos".

"El arranque de curso se prevé difícil porque el docente con sus recortes y aumento de horas es normal que no tenga la misma motivación, con lo cual hace que empiece peor. Y eso no deberían pagarlo los niños porque está claro que no es lo mismo tener 15 escolares que 30", reflexiona Julia Llopis, presidenta provincial y autonómica de las asociaciones de padres de la escuela concertada.

Llopis cree que "no hay motivos para que el curso empiece con alegría", mientras recuerda, como ejemplo, que sólo los libros pueden costar 140 euros en Infantil, unos 250 en Primaria y unos 400 en Secundaria y Bachillerato.

Francisco García, de CC OO, considera que "este inicio de curso es una improvisación en cuanto a la programación del mismo, y en septiembre vamos a ver las carencias". A su entender, alumnos, padres y profesores van a tener "menos opciones que las que había antes de la crisis", mientras se reafirma también en lo que muchos comparten: "Invertir en educación es invertir en futuro. Y recortar en educación es recortar el futuro".

Ramón López es el presidente de la FAPA Gabriel Miró, la federación de padres mayoritaria de centros públicos de la provincia. Su visión no difiere mucho de la de docentes y sindicatos y también está convencido de que estos recortes "nos pasarán factura" y que se avecinan "días de manifestaciones y malestar", sobre todo por parte del profesorado.

"Desgraciadamente nos imaginamos un curso bastante movido. Se va a dar una situación no ideal para un inicio de curso", indica, antes de insistir en que existe un gran malestar entre el cuerpo docente, especialmente el interino; o que "más del 30% de las familias que tuvieron beca de comedor el pasado curso se van a quedar sin ella"; además de subrayar la "precipitación" y las dudas que genera la polémica fiambrera; y sin olvidar que "otro 20-30% de niños se va a quedar sin beca de transporte".

Para López, "no sólo hay que poner ideas nuevas en la mesa, sino que las ideas sean equilibradas y razonables", al tiempo que lamenta que es "el alumno el que está pendiente del sistema, cuando es el sistema el que debería estar pendiente de los alumnos".

Desde la otra FAPA de la provincia, la "Enric Valor", su presidente, Gonzalo Zaragoza, también considera que va a ser un arranque de curso "muy difícil" y augura que, en consonancia con sindicatos de profesorado, centros y plataformas, los padres también se sumarán a medidas de protesta en un comienzo escolar marcado por la aplicación de una política de "low cost" a favor de la Administración y que sindicatos y padres consideran que puede dañar seriamente la calidad educativa.

Así lo ve la Conselleria:

"No hay recortes" y sí "normalidad absoluta"

1. La Conselleria de Educación afirma que "frente a las alarmas injustificadas y las voces que anuncian un arranque conflictivo, la realidad será otra, puesto que las familias van a poder comprobar que existe una normalidad absoluta ya que no hay recortes en Educación".

Arranca el plurilingüismo

2. Este curso comienza la educación plurilingüe en la Comunidad. Los alumnos de 3 años "van a recibir por primera vez una exposición a la lengua inglesa que les permitirá incrementar su destreza oral", según la Conselleria de Educación. Su aplicación en todos los niveles de enseñanza se realizará progresivamente. Fuentes de la Generalitat aseguran que 6.000 maestros de Infantil atenderán a estos niños. Además estos docentes estarán apoyados por los 329 "English helpers", los maestros becarios de inglés. "Estas becas constituyen una excelente oportunidad para conocer de primera mano el contexto educativo de la Comunidad Valenciana, así como para mejorar la formación a través de la experiencia práctica", según las mismas fuentes.

Descenso de alumnado y de ratios

3. La Conselleria de Educación prevé

un descenso del alumnado cercano al 1,4% para este curso, "debido, fundamentalmente, al descenso de la natalidad y a la disminución del alumnado extranjero". Las aulas de los colegios, afirma, tendrán de media 10 alumnos menos del máximo permitido, mientras que en los institutos el número de estudiantes subirá ligeramente.

Apuesta por los bancos de libros

4. La conselleria prepara una orden para regular el intercambio, la cesión y el préstamo de libros de texto a través de los llamados bancos de libros que debe incluir una reserva de fondos de 600.000 euros.

"Sólo" entre 200 y 500 docentes menos

5. De los 7.800 interinos que cesaron el 30 de junio ya se han adjudicado 6.588, según la Conselleria. De los restantes 1.212, en torno al 80% serán adjudicadas en septiembre. "Es decir, que se prevé que tan sólo se produzca un descenso que podría oscilar entre los 200 y los 500 profesores en toda la Comunidad, cifra muy inferior al descenso que se prevé del número de alumnos", según Conselleria.

Menos barracones, más centros

Este nuevo curso el número de aulas prefabricadas descenderá en un 10%. La Conselleria destaca que en la actualidad hay en construcción siete nuevos centros por importe de 27,3 millones, entre ellos edificaciones en Dénia y Torrevieja, además de licitarse uno en Elche.

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