El desbroce financiero que el Gobierno ha hecho de la Ley de Dependencia llama la atención por la pérdida económica que supondrá para uno de los colectivos más débiles de la sociedad.

Sin embargo, las historias reales que se encuentran tras los grandes números esconden, si cabe, una realidad mucho más difícil de entender. Tal es el caso de Miquel y Merche, vecinos sexagenarios de Alicante. Uno de sus hijos cuida de un hermano discapacitado y ahora ven como sus familiares sufrirán un poco más en medio de la crisis económica. Comentaron que "lo que han hecho ha sido descuartizar la ley de Dependencia. Si lo pensamos, parece que vuelve la ideología de la derecha más reaccionaria: El hombre debe trabajar, la mujer quedarse en casa y el cuidado a los más necesitados ha de proceder de la caridad...".

Vanessa, también se verá perjudicada. Vecina de Burjassot y de 32 años de edad, cuida de su hijo de siete años. El pequeño sufre una enfermedad rara (no tiene nombre, no ha sido catalogada por ningún experto médico) y la actual ocupación de su madre es su bienestar. En la actualidad cobra una pensión mínima de 337 euros, que se verá rebajada hasta los 285 por la reducción del 15%. Relató que "la situación ya es muy difícil y encima se ceban con nosotros. Recibo una ayuda para cuidar de mi hijo que va a ser recortada y ahora me obligan a pagarme la cotización, ¿Creen que podré hacerlo con 285 euros de ingresos?".

Consultada por una solución a corto plazo, Vanessa se muestra escéptica: "si encuentro una ocupación a tiempo completo me quedaré sin ayuda. Lo que gane por una parte tendré que destinarlo a otra".

Por último, apuntó que las prestaciones llevan dos meses de retrasos en la actualidad: "en agosto nos pagaron la de junio. Suele ocurrir cuando vemos que han cumplido con las farmacias. Parece que quitan de un sitio para poner en otro".