¿Cómo se ha recibido su nueva ley urbanística? Hay quien esperaba que eliminaran el agente urbanizador...

La verdad es que positivamente. Quiero insistir en que es un borrador. Es la ley más importante de esta legislatura y hay que ver que opinan los agentes implicados. Sobre el agente urbanizador nos hemos acogido a la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo. Tampoco hay que demonizarlo. Quizá la LUV sirvió para esta expansión urbanística y, ahora que tenemos mucho suelo clasificado, hay que buscar otro tipo de ley. Se permiten las plicas contradictorias para evitar los abusos en la urbanización, los propietarios o cualquier otra persona podrán optar a urbanizar dentro de los criterios que marque el promotor o el ayuntamiento. Y eso va a favorecer mucho la competencia. Hasta ahora no estaba tan garantizada.

¿Por qué no se publican los datos sobre reclasificaciones?

Hay muchísimos planes que han cambiado mucho de cómo entraron en la conselleria a como salen cuando se aprueban. Otros han sido retirados, caducados. La nueva ley se fija mucho en la urbanización de manzanas, la rehabilitación urbana porque tenemos ya mucho suelo reclasificado para uso terciario, industrial y residencial. Se ha llegado a acuerdos con el IVEX para firmar un plan, con Turismo para que conoza los datos de los campos de golf: tenemos 34 homologados en funcionamiento, aunque hay 35, otros 33 aprobados en toda la CV, donde pueden entrar las maquinas mañana mismo, y 42 en tramitación. Unos se aprobarán y otros no. Sobre suelo terciario y el industrial hemos hecho un mapa de todas las zonas. Todo el mundo quiere su polígono industrial. Pero en estos momentos hay que buscar situaciones y enclaves estratégicos. Y sacar proyecto a lo que tenemos. Por eso a veces la conselleria es restrictiva y algunos ayuntamientos no lo entienden.

¿Han conseguido tener la radiografía exacta de cuánto se ha aprobado?

Tenemos la radiografía exacta de todos los planes aprobados, absolutamente todo. Y eso nos sirve para exigir que nos justifiquen una reclasificación, porque hay que justificarlas. Es un cambio de pedagogía y mentalidad. Hay alcaldes y promotores que lo entienden y otros que no, que todavía están viviendo en la época de la abundancia. Esta crisis, si algo bueno tiene, tiene mucho malo pero algo bueno, es que ayuntamientos y gestores públicos se están dando cuenta de cuándo se habla de la ciudad compacta. A mi, siendo alcaldesa de la Vall d’Uixó no me aprobaron el concierto previo por la ciudad compacta. Y ahora lo entiendo. No es lo mismo gestionar servicios de una zona bien estructurada que urbanizaciones diseminadas. Eso es carísimo. Y ahora lo están viendo.

Si las cifras se conocieran sería más pedagógico. Usted no las ha querido dar.

No porque todos vemos las reclasificación que se han hecho, lo que existe y lo que hay que buscar. Hemos arbitrado fórmulas para que las ATE se propongan sobre terreno ya existente. Y ya le puedo informar que hay muchísimas entidades financieras, que son las que en estos momentos tienen grandes bolsas de terrenos, que se están moviendo a nivel internacional y a nivel nacional para ver qué hacen con ese terreno. Y flexibilizar la legislación para cambiar el uso el suelo. Hay bastante residencial, pero a lo mejor todo residencial no puede ser. Nos esperan unos años no de expansión urbanística sino de aprovechar lo que tenemos. De actuaciones de rehabilitación urbana, que puedan generar riqueza y empleo. También depende de municipios y provincias porque hay algunos sitios con reclasificaciones importantes que habrá que empezar a cubrir.

¿Qué impide aprobar el plan de la huerta?

Ha habido contestación por parte de algunos alcaldes. Creo que desde el desconocimiento porque como ha habido tanta hipertrofia legal y tanta limitación. Cuando no era el Patricova era la LUV, la ley del paisaje, el reglamento... Al final era un caos y hay un poco de miedo. Estoy pendiente de fijar una reunión en septiembre y, si lo ven bien, adelante. Si hay que modificar algo, se hará.

También debe salir adelante la infraestructura verde, el esqueleto sobre el que se ha de basar todo el crecimiento.

Exacto. Es una cuestión novedosa. Incorpora criterios ambientales desde el principio al proceso urbanístico. Vamos ser pioneros. Y en septiembre iremos a Europa a explicar todas las novedades. La infraestructura verde es el siguiente paso que hay que aprobar. Y explicarla bien. Cuando a un alcalde se le dice infraestructura verde, automáticamente creen que es más protección y no. Se trata de conectar lo ya protegido mediante corredores y aprovechar lo que es importante. Por eso sí que se va a apostar.

Ahora o nunca.

Ahora es el momento exacto.