Las dos parejas de turistas extranjeros que fueron rescatadas a la deriva tras el naufragio de su yate llegaron a primera hora de la tarde de ayer al puerto de Alicante, donde mostraron su alivio al poder pisar tierra firme. Pero, tal y como relataron, horas antes vivieron momentos de pánico. "Ahora estamos tranquilos", señaló a su llegada al puerto uno de los tripulantes de la embarcación hundida, Mikael Ericsson, quien indicó que "por supuesto que nos asustamos cuando el agua empezó a entrar y al ver "ese gran barco hundiéndose".

Este viajero explicó que habían salido con su yate desde Formentera con intención de llegar hasta Torrevieja. Junto a ellos partió otra embarcación, que no pudo hacer nada por ayudarles cuando "de repente" el yate en el que viajaban los cuatro se hundió. Según contó, los hechos sucedieron con mucha rapidez y en apenas "15 minutos" el mar engulló la embarcación.

"Tuvimos que abandonar el barco en un pequeño bote salvavidas". Previamente, pudieron realizar una llamada de auxilio, que les salvó la vida por la rápida intervención de los servicios de Salvamento Marítimo. Ericcson confirmó que tuvieron que saltar al bote salvavidas con lo puesto, por lo que tanto la documentación como el resto de sus pertenencias quedaron en el interior del yate siniestrado. "Lo hemos perdido todo", lamentó. La intención de este grupo de amigos es, según apuntó, iniciar los trámites para poder regresar a sus países.