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Ya lo advirtió Luisa Pastor este pasado miércoles. «Hay ayuntamientos que están prácticamente en suspensión de pagos», aseveró en un desayuno informativo con los medios de comunicación. Hablaba con conocimiento de causa. Y es que la Diputación Provincial que ella misma preside ha recibido en los siete primeros meses del año un total de 28 peticiones de auxilio económico de municipios con tensiones de tesorería. Casi una treintena, frente a las 10 que se contabilizaron a lo largo de todo 2011.

Tal ha sido la avalancha de solicitudes de ayuda que el equipo de gobierno ha decidido cuadriplicar el presupuesto anual de la Caja de Crédito Provincial, la entidad mediante la que se conceden las ayudas. El pasado año contó con una asignación de 2 millones, mientras que a día de hoy ya se han reservado para ella más de 9 millones, según desveló ayer el vicepresidente segundo y responsable de Hacienda, César Augusto Asencio.

A medida que ha ido transcurriendo el ejercicio, la crisis se ha recrudecido, los ingresos municipales han continuado menguando y las dificultades de las entidades locales para hacer frente a los pagos se han acrecentado. Pero la institución provincial, consciente de las consecuencias de ese cóctel, ha decidido «adelantarse» a los acontecimientos, según remachó Asencio. En febrero aumentó el presupuesto de la Caja en 1,6 millones y, visto lo visto, a finales de julio ha optado por incrementarlo en otros 5,38 millones. En total, se ha pasado de los 2 millones fijados en enero a los más de 9 actuales. Las cuentas de la entidad, por tanto, se han multiplicado por 4,5.

De esos 9 millones finales, la Diputación ya ha repartido 1,2 entre 32 localidades. Y lo ha hecho a través de las dos líneas con las que opera la Caja. Una entrega créditos blandos para hacer frente a las actuaciones que acometen los municipios €estén incluidas o no en los planes de obras que anualmente impulsa la propia institución€; mientras que la otra está reservada a los consistorios que sufren tensiones de tesorería. O lo que es lo mismo, que carecen de liquidez. Las diferencias entre las dos líneas son más que patentes, pero a ambas las une un nexo común: solo acuden a ellas las localidades que no pueden hacer frente a sus pagos.

Intereses casi nulos

Junto a la falta de liquidez, otro de los motivos que termina de convencer a los ayuntamientos en apuros es el privilegio de poder acceder al crédito en unas condiciones inmejorables. Porque al margen de que las entidades financieras ya no presten dinero con la alegría de antaño, la Caja ofrece los fondos con unos intereses ínfimos. Las localidades con problemas de liquidez no tienen que devolver ni un céntimo más de lo que se les entrega; mientras que si el préstamo se destina a obras, las poblaciones con menos de 5.000 habitantes solo pagan un interés del 0,15%, y las que rebasan esa cifra de ciudadanos, un 0,6%.

Pues bien, hasta el 31 de julio, ya han sido 32 poblaciones €ver el cuadro inferior€ las que se han dirigido a la Caja de Crédito Provincial para pedir dinero. 28 de ellas lo han hecho por falta de liquidez y otras cuatro, para abonar certificaciones de obra. En total, la Caja ha formalizado 44 operaciones, por lo que 12 municipios han recibido fondos tanto para aliviar sus arcas como para hacer frente al pago de distintos proyectos.

Estas cifras «crecerán todavía más», según Asencio, y ya son superiores a las que se registraron a lo largo de todo 2011, cuando la entidad financiera de la Diputación concedió 31 créditos: 21 para obras, con un montante de 1,2 millones; y 10 para liquidez, con un reparto de 168.000 euros. Ahora, en los siete primeros meses de 2012 ya se lleva distribuida la misma cantidad que en todo el pasado año. Pero en breve, esa cantidad se verá actualizada. «Una de las condiciones para conceder los créditos es que el ayuntamiento que los solicite tenga aprobado su presupuesto anual. Y a medida que avanza el año se van aprobando más presupuestos», explicó el vicepresidente segundo.

OPERACIONES DE LA CAJA DE CRÉDITO PROVINCIAL

PARA PAGAR OBRAS 609,483 euros

Un total de 16 municipios han solicitado un crédito blando a la Diputación hasta el 31 de julio para hacer frente a certificaciones de obra. Si la población tiene censados menos de 5.000 habitantes, no pagará intereses. En caso de que cuente con más ciudadanos, el interés será del 0,6%.

PARA TENER LIQUIDEZ 605,00 euros

Son los casos más graves. Los de aquellos ayuntamientos con tensiones de tesorería que no pueden hacer frente a sus pagos. Un total de 28 consistorios se han topado con esta situación en los siete primeros meses del año. Por suerte, han obtenido un préstamo sin intereses de la Diputación.

AYUNTAMIENTOS QUE HAN FORMALIZADO CRÉDITOS EN 2012 CON LA CAJA DE CRÉDITO PROVINCIAL POR FALTA DE LIQUIDEZ y PARA PAGAR OBRAS

Adsubia, Alcalalí, Alcocer de Planes, Alcoleja, Alfafara, Almudaina, Balones, Beneixama, Benejúzar, Benferri, Beniarbeig, Beniarrés, Benigembla, Benimassot, Biar, Callosa d´en Sarrià, Facheca, Famorca, Formentera del S., Gorga, Los Montesinos, Pedreguer, Penàguila, Quatretondeta, Sanet i Negrals, Tárbena, Tibi, Vall d´Alcalà, Vall d´Ebo, Vall de Gallinera, Vall de Laguar, Xaló