Familiares y amigos del policía que permanece en la UCI acudieron ayer por la tarde al hospital en horario de visitas para acompañar al agente. La mujer del agente herido cuenta que el sábado por la noche estaba junto con otros de los familiares en la Explanada de España y presenciaron los hechos.

La afectada cuenta que su marido entraba en el turno de madrugada para prevenir el botellón y la venta ambulante de los manteros en la zona, por lo que decidieron acercarse hasta allí para cenar con él.

Después de cenar, el policía se incorporó a su turno junto con otro compañero. La mujer asegura que, todavía con sus familiares en el lugar del suceso, un grupo de seis u ocho subsaharianos se abalanzó sobre los agentes utilizando sillas y barras de hierro para golpearles.

"Estoy segura de que fue a traición. Conocían a mi marido y fueron a por él", afirma.

El policía local que continúa en la unidad de cuidados intensivos es el jefe de la Unidad Fox y vestía de paisano cuando ocurrió todo. "Los manteros sabían quién era y fueron a por él. Se cebaron con mi marido mientras su compañero quedó noqueado en el suelo".

La mujer explica que su esposo lleva 12 años dedicándose a estas labores, por lo que muchos de los manteros que frecuentan la Explanada le conocen e incluso le saludan cuando le encuentran por la calle.

"La mayoría de los manteros son buena gente y entienden que mi marido hace su trabajo cuando los echa de allí, igual que mi marido entiende que ellos son manteros para sobrevivir. Pero también están estos otros, los que le atacaron. Fue a traición", insiste visiblemente afectada.

"Ahora está mucho mejor. Le han desentubado y ya puede hablar, pero no recuerda qué le ocurrió el sábado por la noche".

El policía evoluciona favorablemente y continuará en Observación durante los próximos días.