El obispo Rafael Palmero tiene por delante dos meses para despedirse de los muchos actos que todavía llenan su agenda. El ritmo del prelado de la diócesis Orihuela-Alicante sigue siendo frenético también en sus últimas semanas al frente de la institución. Por delante tiene momentos emblemáticos y muy emocionantes como la Eucaristía en honor a la patrona de Alicante, Nuestra Señora del Remedio, el 5 de agosto en la Concatedral de San Nicolás. Antes, el 3 de agosto, tiene otra cita importante. En este caso en Aspe, donde presidirá la misa de la Virgen de las Nieves. El 15 de agosto el obispo asistirá, como todos los años, a uno de los acontecimientos más importantes de la provincia, el Misteri d´Elx. Serán los últimos actos de Rafael Palmero tras seis años de trabajo en Orihuela-Alicante.

El obispo presentó el 27 de julio del año pasado su renuncia ya que en esa fecha cumplía 75 años, el límite de edad que fija el Derecho Canónico para ocupar este cargo. Después del verano se llevará a cabo la toma de posesión del nuevo obispo diocesano, Jesús Murgui, que viene de pasar sus últimos ocho años en Mallorca. Como Rafael Palmero, su sucesor al frente de la Diócesis cumplirá con la tradición en el acto en el que será nombrado nuevo prelado. Según el ritual católico llegará a la ciudad -por la puerta de la Olma, junto al colegio Santo Domingo- a lomos de una burra blanca. En su toma de posesión Palmero estuvo arropado por más de medio centenar de altos cargos de la jerarquía católica española. Caras que volverán a darse cita en Orihuela para despedirle y dar la bienvenida a Murgui. El hasta ahora obispo de Mallorca, se convierte en el 36º obispo de la diócesis Orihuela-Alicante. Este episcopado es uno de los más extensos de España y abarca una población total de casi un millón y medio de personas.