Edurne Pasabán es una deportista ejemplar que, a través de "la culminación de un sueño", pretende transmitir sus experiencias vitales y los valores del deporte al mundo empresarial, para poder adaptarlos y superar esta situación de crisis.

La alpinista Edurne Pasabán comenzó como ingeniera técnica industrial en una empresa familiar, pero lleva cosechando éxitos en las montañas desde que en 2001 fue la primera mujer vasca en alcanzar la cima del Everest. Aceptó su propio reto de ser la primera mujer en alcanzar los catorce ochomiles del mundo, y el 23 de agosto de 2011 lo hizo realidad. Ahora, una vez cumplido su sueño, trata de transmitir sus experiencias vitales al mundo empresarial a través de conferencias como "la culminación de un sueño" que presentó en Fundesem Business School en Alicante.

¿Qué valores del deporte son los que quiere transmitir al ámbito empresarial?

Siempre he creído que existe mucho paralelismo entre el mundo del deporte y el de la empresa. En estos dos mundos cada uno siempre se plantea determinados retos. Tanto una persona dentro de cualquier empresa, como un deportista, se tiene que comprometer y tiene que poner de su parte para que ocurra ese sueño. En una empresa y en el deporte el equipo es muy importante, es imprescindible trabajar con él y existen muchos valores esenciales que se pueden transmitir a las empresas, como saber valorar la comunicación entre las personas, por lo tanto es imprescindible trabajar con la ayuda de todo el equipo. Nosotros hemos tenido que adaptarnos a muchos cambios y aquí, en el momento que se está viviendo en España, todos tienen que saber adaptarse y tirar para adelante, y la motivación es otro factor imprescindible para poder hacerlo.

¿Cree que en España funciona bien el trabajo en equipo, o que por el contrario, es más individualista?

Dentro del mundo de la empresa estamos cambiando mucho. Hace unos años en las empresas sólo se miraba el resultado final y el equipo con el que recorrías el camino no se valoraba tanto. En los últimos años este concepto empresarial está cambiando y pienso que todo el mundo es consciente de esto. Hoy en día el líder de una empresa o de cualquier institución cada vez tiene que tener más claro que ese equipo está formado por personas, y que los objetivos que se plantean sólo se consiguen cuando saben valorar ese equipo.

¿Qué cree que puede transmitirle el deporte a la empresa, y qué le puede transmitir la empresa al deporte?

El deporte le puede transmitir a las empresas el afán de superación, sobre todo en estos tiempos. Los deportistas somos personas que cuando nos proponemos algo, vamos a por ello a pesar de que haya momentos difíciles en los que somos conscientes de que ese camino no va a ser fácil. La propia selección española de fútbol nos dio una lección de superación cuando empató en la Eurocopa el partido contra Italia, pero supieron remontar hasta hacerse campeones. Estamos pasando por un momento de crisis terrible, en el que creer en esta superación nos está costando. A día de hoy creo que las empresas tienen pocas cosas que transmitir al deporte, debido sobre todo por el gran sentimiento de desmoralización que está extendido en la sociedad y en las empresas.

¿Qué claves o puntos de apoyo puede darle a las empresas para salir de la crisis?

Nosotros mismos vamos a ser los que nos saquemos de la crisis, ya no sé si creer en un gobierno o en quienes nos dicen que nos van a ayudar. Vamos a ser nosotros los que salgamos de esta situación y eso nos los tenemos que creer. Por desgracia los imputs que nos llegan desde fuera son muy negativos y así es difícil hacerle creer a una persona que trabaja, escuchando todos estos mensajes negativos, que va a ser ella quién nos saque de esto. Debemos tener un contexto más positivo ante esta situación, a pesar de que sea difícil.