La consellera de Educación enardeció ayer los ánimos de colectivo docente al lanzar una nueva propuesta para el curso que viene sin consultar de antemano con los responsables de los comedores escolares, los directores de los colegios. La propuesta de que los alumnos puedan llevar su propia comida al centro cayó como una auténtica bomba: "Tenemos niños en los comedores que si toman frutos secos pueden morir si no se les pone una inyección de inmediato, y es fácil que trayendo comida de fuera sucedan cosas así entre escolares pequeños que comen junto a otros; ¿o se les va a situar en espacios distintos?". El portavoz provincial de los directores de Primaria, Ginés Pérez, cuestionaba ayer la novedad tras recoger la postura del resto de homólogos en centros de l'Alacantí.

"Como mínimo es una falta de respeto lanzar algo así sin tenernos en cuenta", resumió indignado. La consellera, María José Catalá, declaró en Radio 9 que permitirá a los alumnos llevar la comida de casa al colegio en una fiambrera, ante las serias dificultades económicas que atraviesan las familias que se verán sin beca de comedor o de transporte porque la propia conselleria ha desligado estas ayudas para tratar de abaratar costes.

"Estamos trabajando para dar alternativas a las familias ante una situación realmente complicada respecto al servicio de comedor escolar", declaró Catalá. "Continuando la línea de debate que se ha abierto en otras comunidades autónomas se está estudiando abrir la posibilidad de permitir a los alumnos que consuman su propia comida durante el servicio de comedor escolar".

Como salvedad apuntó que previamente deberán autorizarlo lo consejos escolares "si lo creen conveniente, teniendo en cuenta las plazas vacantes que queden del servicio de comedor y la situación del alumnado". Además subrayó que es "muy importante regular las condiciones y ser responsable para garantizar la conservación y en su caso el calentamiento de la comida y que estos alumnos sean vigilados por monitores. Hará falta mucho rigor y responsabilidad, teniendo en cuenta por ejemplo los espacios y horarios del servicio, menaje, limpieza, agua, refrigeración o calentamiento de los alimentos".

Al respecto, los directores sostienen que no ven viable la iniciativa porque disponer de más monitores para que se hagan cargo de estos niños supone un coste añadido; porque la inspección de Sanidad no permite mezclar alimentos controlados del comedor y otros ajenos puesto que habría peligro de intoxicación; porque los equipos directivos no estarán dispuestos a asumir esta responsabilidad; y porque si se generaliza la medida y se pierden comensales de pago, también sobrarán numerosos puestos de monitores que habría que indemnizar.

Los padres de la Fapa Enric Valor recuerdan que lo que ellos han pedido son más ayudas de transporte y que "salir del paso con una propuesta para no gastar más acaba complicando las cosas".

Repaso en julio para todos y refinanciación para obras escolares

Otro de los puntos que la conselleria baraja para el próximo curso, como recoge Europa Press, es la generalización de las clases de refuerzo en el mes de julio en todos los centros. La consellera pretende evitar que miles de padres deban pagar cursillos de verano para sus hijos durante un mes en el que muchos de ellos aún trabajan. La medida también la intentó su antecesor en el cargo, Font de Mora, pero como el horario docente en julio es laboral y no lectivo, se choca con la voluntariedad de los docentes. Por otra parte, el Consell publicó ayer en el DOCV la reapertura de la línea de subvención para operaciones de capital de Ciegsa, la constructora de los centros escolares, por un importe de 37.043.000 euros. El objetivo de esta modificación presupuestaria es atender las necesidades de infraestructuras educativas ya aprobadas. V. b.