Durante una hora permanecieron encerrados ayer quince miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en la iglesia Nuestra Señora de Gracia. A las ocho de la tarde, a punto de terminar la misa, los fieles se vieron sorprendidos por un grupo de personas que portaban una pancarta en la que pedían a la Iglesia su solidaridad para frenar los desalojos que desde que se agudizó la crisis se suceden a diario. Con el lema "Salvemos a las personas, no a los bancos", expresaron su rechazo ante la falta de apoyo que le achacan a la institución. Los manifestantes fueron desalojados por varios agentes de la Policía Nacional y Local ante el revuelo de los viandantes y las críticas de los creyentes que salían de la homilía y que no entendían el motivo de la protesta. Es el segundo encierro después de que hace unos días los integrantes de este movimiento en Madrid entrasen en la Catedral de la Almudena para denunciar lo que aseguran es "la gran estafa hipotecaria, el drama social de los desahucios".

Objetivo cumplido

"Lo que queremos es terminar con el silencio y la inacción de la jerarquía eclesiástica ante la situación de desamparo que padecen miles de familias", explica Jesús, miembro de la Plataforma. Un reto que consideran satisfecho.