El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó su visita de ayer a Alicante para censurar la corrupción que ha salpicado al PP en la Comunidad. Le vino como anillo al dedo. Porque apenas unas horas antes de que el líder de la oposición impartiera una conferencia en el Club INFORMACIÓN, el magistrado Manrique Tejada veía indicios para imputar por tres graves delitos a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y a su antecesor en el cargo, Luis Díaz Alperi. Y claro, Rubalcaba no dejó pasar la ocasión. Lo hizo, eso sí, en respuesta a la pregunta de un asistente al acto. "El problema en la Comunidad Valenciana es que llueve sobre mojado, hay una acumulación tremenda de corrupción. Cuando he oído hablar a la alcaldesa de Alicante me he acordado de unas declaraciones que hizo sobre mí, cuando hablaba de la "policía de Rubalcaba". En ese momento he pensado que ahora es la policía de Fernández (ministro del Interior) y le va igual de mal que cuando yo era ministro del Interior. El PP debería hacérselo mirar, porque aquí no solo hay corrupción, sino metástasis, y además afecta a toda la Comunidad", sentenció Rubalcaba.

La pregunta, no obstante, iba con segundas. "¿Qué habría que hacer si aparecen socialistas en el caso Brugal?", le inquirieron en la misma cuestión, en clara alusión a Antonio Amorós. Y respondió: "Lo que hacemos siempre en el Partido Socialista. Si tienen una imputación grave, que dejen la militancia hasta que concluya el proceso judicial. Los socialistas implicados en casos de corrupción son suspendidos de militancia. Pero no me gusta decir a nadie lo que debe hacer en su casa, al igual que no me gusta que me digan qué debo hacer en la mía". Hasta ahí llegó su balance de Brugal. Directo. Muy directo.

En su conferencia en sí, centrada en la crisis, dejó otros titulares jugosos. Sobre todo, al hablar del agujero de Bankia. "Hasta ahora, ha habido cuatro reformas financieras, dos cuando gobernaba el PSOE y otras dos con el PP. Eso demuestra que los políticos no hemos hecho las cosas bien. Sobre todo, con la última, que nos ha llevado al rescate. Lo de Bankia pasará a la historia como el disparate más colosal que se recuerda", espetó. Especialmente, por el vaivén que sufrió el alcance de su rescate en menos de un mes: "Primero se habló de que necesitaba 4.000 millones y poco a poco se fue aumentando esa cifra hasta que tres semanas después se llegaron a los 23.500 millones. Eso ha creado una incertidumbre tremenda". Acto seguido, el líder de la oposición leyó unas declaraciones de un alto cargo del Deutche Bank advirtiendo de que el "desastre era evitable". "Si Bankia se hubiera gestionado bien, el sistema financiero (español) estaría en una situación distinta. Y su imagen, también sería otra", continuó.

Rubalcaba también habló de las ya famosas preferentes. De esos productos que han hecho desaparecer, al menos de momento, miles y miles de euros de los ahorradores. "El PSOE quiere que la reforma financiera no olvide a los ciudadanos. Muchos están razonablemente enfadados porque se sienten estafados con el tema de las preferentes", señaló durante su intervención. Minutos más tarde, y tras ser preguntado por el modelo español de créditos hipotecarios, retomó ese discurso: "Una cuestión que me enfada es la de las preferentes, con las que han estafado a mucha gente. Lo mismo pasa con las hipotecas. Por eso se necesita información solvente".

Durante la conferencia, Rubalcaba lanzó varias puyas a Rajoy e incluso afirmó que le ve "atolondrado". Una de ellas llegó con motivo del rescate financiero. Aplaudió que la inyección de capital de Bruselas se destine directamente a bancos y cajas sin computar como déficit del Estado, tal y como pretendía en principio la Unión Europea. Eso sí, consideró que el artífice de ese viraje ha sido el jefe el Ejecutivo francés, el socialista François Hollande, y no Mariano Rajoy. "Si Hollande no hubiera ganado en Francia, no se habría cambiado la política económica. Lo mejor que le ha pasado al Gobierno del PP durante estos seis meses es que haya ganado Hollande", apostilló.

Recuerdo a Merkel

Rubalcaba, por cierto, también tuvo palabras de "cariño" para la canciller alemana, Angela Merkel. Recordó sus declaraciones diciendo que España vivió 10 años de la burbuja inmobiliaria, pero le replicó que parte del boom del ladrillo se produjo porque "los bancos alemanes prestaron dinero" a España e "hicieron negocio". Sin embargo, el secretario general del PSOE no echó balones fuera y apeló a la autocrítica: "Los españoles y los que no supimos parar la burbuja a tiempo tenemos que responder".

Durante el resto de su intervención, Rubalcaba acusó al Gobierno de "aumentar extraordinariamente la desigualdad" en la sociedad, de abocar "a muchísima gente" al desempleo por culpa de "su tozudez" política, de aprobar una reforma laboral que "desprotege" a los ciudadanos y de aplicar drásticos recortes en áreas y colectivos tan sensibles como la Sanidad, la Educación, los parados de larga duración y los pensionistas.

Más tarde, en el turno de preguntas, el líder del PSOE valoró, aunque de manera sucinta, el dinero que se embolsará cada jugador de la selección española de fútbol por haber ganado la Eurocopa. "¿Considera ético que perciban una prima de 300.000 euros?", se le preguntó. "Desconozco la cuantía, pero si son 300.000 euros, me parece una barbaridad", dijo.

También se le cuestionó por si los políticos corruptos deben ir a la cárcel. Y dijo: "Los políticos y los no políticos. Creo que los políticos no gozan de la mejor salud pública, más bien al contrario, y es que algo habremos hecho mal. Buena parte del descrédito de la clase política surge de la crispación. Y no me gusta esa política de crispación".

Los mayores aplausos de la tarde se los llevó al ser preguntado sobre por qué quería ayudar a Rajoy, especialmente después de que éste le acusara hace unos años, cuando era ministro del Interior, de haber traicionado a las personas asesinadas por ETA. "Porque nosotros no somos como ellos", se limitó a decir. La sala le dedicó una cerrada ovación. Rubalcaba sonrió y aprovechó para beber agua.